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Sindicatos de la educación piden la normalización lingüística

Los Sindicats de Treballadors de l'Ensenyament (STE) de Cataluña, Baleares y el País Valenciano abogaron ayer por una verdadera "normalización lingüística", que dé impulso al proceso iniciado hace dos décadas con la aprobación de sus respectivos Estatutos de Autonomía y las leyes de normalización lingüística, para revertir la "injusta discriminación" de la lengua catalana. "Mientras la oficialidad del castellano deriva en un deber constitucional de conocerlo -que se aplica a todos los ciudadanos-, la oficialidad del catalán no ha derivado en un derecho similar", reza el manifiesto Prou d'agressions contra la llengua!, presentado ayer con motivo de la celebración del 9 d'Octubre.

"La normalización no sólo debe remontar siglos de desprestigio y prohibición", sino también revertir la actual situación jurídica que es "claramente desigual", según explicaron Vicent Mauri, del secretariado nacional del STEPV, Maria Antònia Font, de la representación de Baleares, y Josep Maria Cervelló, como portavoz de Cataluña.

A juicio de los sindicatos de la enseñanza, si no se asegura un conocimiento general de la lengua catalana -que hoy por hoy hablan 9 millones de ciudadanos- será "imposible que los catalanohablantes puedan vivir en su idioma en los territorios donde es lengua propia, tal y como sí que lo pueden hacer los castellanohablantes". Según los promotores del manifiesto, este ejercicio de normalización lingüística no produce ningún perjuicio al castellano puesto que esta lengua tiene un espacio propio plenamente normalizado y con más de 400 millones de hablantes.

El manifiesto advierte de que "si no se asegura un conocimiento general del catalán, desde las Administraciones Públicas hasta los medios de comunicación estatales y en todos los ámbitos de la vida pública, es imposible que los catalanohablantes puedan vivir en su idioma en los territorios donde es lengua propia".

Los programas educativos son, en definitiva, fundamentales para que el alumnado logre una buena competencia comunicativa y esté preparado para un mundo multilingüe. Pero, para ello, hace falta una "buena planificación lingüística", se insiste.

"Frente al monolingüismo español que ensalzan algunos grupos de presión", el documento apoya el desarrollo de programas educativos que tienen como finalidad que "el alumnado logre una buena competencia comunicativa en la lengua propia del país", porque "ésa es la función de la escuela y porque asegurar la competencia en las lenguas oficiales de un territorio contribuye a la desaparición de las desigualdades y al respeto por las lenguas de uso".

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