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Reportaje:

Tijeretazo a la tradición musical

Los recortes incrementan la incertidumbre en escuelas y bandas de música

La Comunidad Valenciana cuenta con una banda sonora muy especial que define los últimos 100 años de su vida. Es el sonido de trompas, de percusión y trompetas; es el sonido del oboe, del clarinete y la flauta; es el expresivo saxofón. Son, en definitiva, las bandas de música que desde hace años forman parte de la idiosincrasia de muchos pueblos. Su presencia en fiestas y grandes eventos es imprescindible, y es habitual su participación en certámenes internacionales para bandas donde se comparte cultura, arte y educación con músicos profesionales de todo el mundo.

Allá por 1968 nació la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana (FSMCV) con el objetivo de unir esfuerzos para el desarrollo de lo que ya era una forma de ser y de sentir artística y cultural. Bandas musicales, asociaciones y escuelas se federaron para luchar por sus derechos y aunar ideas de crecimiento artístico y colectivo. De eso hace ya más de 40 años, tiempo en el que se ha ido más allá de lo meramente didáctico, cultural y festivo. Hoy en día cuenta con más de 200.000 socios, 40.000 músicos y 60.000 alumnos, cifras que enorgullecen y demuestran la importancia de la música en las tres provincias valencianas.

La Comunidad Valenciana tiene la mitad de los músicos de España
La Generalitat ha recortado este año las ayudas hasta un 55%

El presidente de la FSMCV, Josep Almería, define el período entre 1998 y 2008 como "el viaje de ida". Una década en la que aumentaron las escuelas de música censadas, subió la calidad artística de las sociedades musicales y crecieron las infraestructuras. "Ahora nos encontramos ante un brusco viaje de vuelta", lamenta ante el recorte de las ayudas de la Generalitat hasta un 55% este año y para el próximo curso.

El Consell ha dado un tijeretazo de gigante a la federación y a las escuelas en un momento en el que casi la mitad de las asociaciones (43,8%) del país se encuentran asentadas entre Valencia, Alicante y Castellón, la mitad de músicos son valencianos y las escuelas se acercan al 40% del total nacional.

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¿No debería fomentarse la cultura musical valenciana? ¿No debería promoverse la educación musical? El preámbulo de la Ley Valenciana de la Música reconoce que es una de las artes que más identifica a la Comunidad Valenciana como pueblo y señala la necesidad de una normativa que la "fomente, coordine, impulse y desarrolle". El Consell así lo aprobó, pero no lo apoya, ya que el recorte ha sido doble para las escuelas, que han sido las más afectadas.

Ya se entrevén las consecuencias. Una de ellas es la dotación asignada por alumno, unos 60 euros, frente a los 600 de Cataluña o los 230 del País Vasco.

Almería tilda de "irresponsabilidad política" el recorte que la Consejería de Educación realizó en junio y añade que el consejero, Alejandro Font de Mora, está condenando "a la precariedad a toda la estructura musical de la Comunidad Valenciana".

La caída de la partida destinada a las bandas y escuelas de música supondrá, según los cálculos de la federación, el cierre del 25% de las escuelas y el despido del 70% de los 3.000 profesores. A esto se suma la reducción del 35% en la partida destinada al funcionamiento de la federación y otras aportaciones incluidas en los diez compromisos que en 2005 la Generalitat suscribió con la federación de sociedades musicales.

Ante este panorama, la Generalitat echa balones fuera y sugiere que sean las familias las que asuman el precio de los recortes. El pasado 19 de julio, la directora del Instituto Valenciano de la Música, Inmaculada Tomás, instó a los padres a "arrimar el hombro", a pesar de que los socios ya pagan una cuota mensual de unos 60 euros. Almería asegura que de cargar a los padres la financiación de las escuelas, muchas familias no lo podrán costear.

Para el presidente de la federación la supervivencia de las bandas de música pasa por un "inevitable" cambio de modelo basado en la inversión privada y en duplicar el precio de sus actuaciones.

Desde 1968 hasta finales de los noventa la federación se financiaba con el dinero que sus socios ponían de su bolsillo. Ahora, el tijeretazo del Consell ya se ha cobrado sus primeras víctimas, dos trabajadores de la federación, que recurre a remiendos de antaño para mantenerse: reducir gastos y buscar en los programas europeos y estatales lo que la Generalitat le niega. Si estos parches no funcionan, tendrán que echar mano de su bolsillo o cerrar.

Una banda de música desfila por el centro de Valencia.
Una banda de música desfila por el centro de Valencia.JORDI VICENT

Los recortes

- Escuelas de música: A la reducción inicial del 35% anunciada por el Consell se sumó un recorte adicional, presentado en junio, que deja el presupuesto para las escuelas en poco más de dos millones de euros frente a los 4,4 del año pasado.

- Federación de Sociedades Musicales: La rebaja para el funcionamiento de la federación es del 35%. Pasa de 307.485 euros a 199.865.

- Otras aportaciones: Las partidas para la compra de instrumentos musicales han bajado a la mitad. Para los conciertos de intercambio han descendido un 30%.

- Efectos para los socios: Si las familias corren con los gastos del recorte la cuota por alumno subirá hasta 150 euros al mes, un 250% más.

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