La Unió eleva el tono crítico tras separarse de COAG
El sindicato pide al Gobierno ayudas como las acordadas para la banca
La Unió de Llauradors presentó ayer en Valencia a La Unión, la nueva organización que aglutina básicamente a sindicatos agrarios de varias comunidades autónomas que, descontentos con la política seguida por COAG, y especialmente por su escasa beligerancia con el Gobierno socialista, decidieron crear una nueva plataforma estatal. La Unión aglutina, además de al sindicato valenciano, a organizaciones de Cataluña, Castilla y León, Extremadura, Madrid y Canarias.
Josep Botella, secretario general de La Unió de Llauradors, defendió el paso dado por la entidad en agosto: COAG, afirmó, había perdido "democracia interna", y tomado decisiones "muy difíciles" de explicar a los agricultores valencianos, como su posicionamiento en contra del acuerdo logrado sobre los cítricos. Botella calificó a La Unión como "unitaria, democrática, independiente y progresista".
El nuevo sindicato es "independiente y progresista", afirma Botella
Junto a él se sentó el coordinador general de la nueva organización, José Manuel de las Heras, quien lanzó una advertencia al Gobierno por la lentitud que está demostrando tanto para reconocerlo como interlocutor (a pesar de corresponderle, según dijo, el 37% de la representatividad del sector) y para recibirlo. De las Heras aseguró que el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino está recibiendo "presiones" para ignorar a La Unión, y señaló en ese sentido las maniobras de sus ex compañeros de COAG. El coordinador consideró básico mantener la independencia de la organización respecto a los poderes políticos y exonómicos. Y consideró que COAG demostraba "excesiva complacencia con el partido que ahora mismo está en el gobierno".
La Unió anunció movilizaciones para reclamar las mismas ayudas que se destinarán a "sectores, como es el caso de la banca".
