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La Unió ofrece empleo a inmigrantes parados de la construcción

El sector agrario es desde hace años la puerta de entrada por la que muchos inmigrantes acceden al mercado de trabajo español y puede convertirse también ahora en refugio. El campo valenciano, que en los últimos años ha tenido que recurrir a la contratación en el extranjero ante la incapacidad de cubrir sus necesidades en el mercado español, ve ahora cómo la crisis de la construcción, uno de los sectores que más ha tirado de la inmigración, genera unos excedentes de trabajadores que en parte puede aprovechar. La Unió de Llauradors i Ramaders-COAG se ofreció ayer a recolocar trabajadores inmigrantes con papeles que se hayan quedado en paro "para las tareas de recolección en el campo".

La organización efectuó el año pasado labores de intermediación que supusieron la contratación de más de 1.500 personas en distintas campañas agrícolas, entre ellas, unos 1.100 inmigrantes contratados principalmente en Polonia, Eslovaquia y Colombia. La Unió explica que aunque es pronto para cifrar la mano de obra que se precisará para las campañas -la recolección del níspero, hasta el verano; la vendimia y la recolección de uva de mesa, a partir de septiembre; y la campaña citrícola, también el último trimestre del año-, la cifra rondará la del año pasado. La organización asegura que se ha disparado el número de trabajadores, principalmente inmigrantes, que se acercan a sus oficinas reclamando empleo. Así, y mientras que durante el año pasado alrededor de 50 trabajadores solicitaron empleo, en 2008 la cifra ya ronda las 300 peticiones.

Excedente

La contratación en la Comunidad Valenciana absorbería parte del excedente de mano de obra de la construcción y beneficia también al agricultor, que para contratar a extranjeros en su país de origen tiene que cubrir parte de los gastos de viaje y el alojamiento de estos trabajadores.

El secretario general de la Unió de Llauradors, Josep Botella, incidió en que de cara a las próximas campañas agrícolas de recolección están "dispuestos a reemplazar la contratación de trabajadores en el extranjero por la de trabajadores inmigrantes con papeles que se encuentren en paro". Muchos de ellos, recuerda además la organización, tienen experiencia porque ya trabajaron en el campo antes de saltar a la construcción durante los años del boom inmobiliario.

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