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Apuntes

¿Y si la Universidad no existiera?

Los campus públicos contribuyen a un tercio del crecimiento valenciano, según un estudio del IVIE - Elevan un 21% la renta 'per cápita' y generan 54.638 empleos

Ignacio Zafra

Es fácil saber cuánto cuestan las universidades públicas valencianas, sobre todo estos días de apertura de curso en los que Alejandro Font de Mora no se cansa de recordar las cifras y el "esfuerzo" del Consell en la materia. Si la Generalitat cumple lo que figura en sus presupuestos (algo que no ha ocurrido en los últimos ejercicios) la cosa saldrá en 2009 por 815 millones de euros. Más difícil resulta estimar la contribución de las cinco universidades al desarrollo del territorio. Al menos hasta la presentación, ayer, del informe elaborado por el IVIE (Instituto Valenciana de Investigaciones Económicas) que cuantifica en un 30% su aportación al crecimiento total de la economía en los últimos 15 años.

Grandes cifras

- El capital tecnológico generado asciende a 1.748 millones de euros.

- El valor del capital humano alcanza los 8.000 millones de euros.

- Realizan cerca del 50% de la inversión en I+D.

- Los titulados aumentan la recaudación fiscal en 967 millones vía IVA e IRPF.

- Las facultades atraen de fuera al 12,9% de sus estudiantes.

- El gasto de los alumnos es de 428 millones al año.

- Los asistentes a congresos se dejan 14,2 millones en el territorio.

En otras palabras: según el IVIE, sin las universidades públicas y sin la cualificación de sus titulados, la comunidad autónoma sería un tercio más pobre.

El estudio analiza la calidad y cantidad de empleo de licenciados, ingenieros y diplomados; su mayor nivel de renta media; su superior contribución fiscal vía IRPF e IVA; el capital tecnológico generado a través de actividades de I+D, y otras variables. La conclusión es que lo anterior ha supuesto una aportación de 0,95 puntos anuales al crecimiento valenciano, un volumen de producción de 4.228 millones de euros al año y ha incrementado un 21% la renta per cápita.

A la presentación asistieron el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y el ministro de Educación, Ángel Gabilondo. Pero el estudio fue encargado en su día por la Universitat de València, ampliado luego al resto de centros públicos y pagado por ellos con unos objetivos concretos. Frenar los intentos de rebajar los fondos que recibe el sistema público (hace un año Font de Mora trató de recortarlos en un 25%). Reforzar su mano en la larga negociación con el Consell ante el nuevo plan plurianual de financiación. Y contrarrestar lo que consideran una baja consideración ciudadana sobre su "rentabilidad social".

Los investigadores del IVIE (que, comenta un dirigente universitario, es una entidad independiente pero no deja de tener fuertes vínculos con la Generalitat) estiman que la existencia de las cinco universidades genera 54.638 puestos de trabajo. Y, en un año como 2008, el 1,83% del Valor Añadido Bruto y el 2,43% del empleo total del territorio.

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No todo resulta, sin embargo, tan alentador. "La intensidad con la que el entorno demanda (y aprovecha) los servicios de las universidades depende de las características socioeconómicas del mismo"; y "la economía valenciana alcanza niveles de renta por habitante, productividad y salarios inferiores a la media española, que reflejan su especialización productiva predominante en sectores de bajo contenido tecnológico", reza el informe. El contexto es por lo tanto menos propicio que el de otras autonomías, prosigue, y ello "sólo puede ser revertido mediante una transformación del tejido productivo, que habrá de producirse mediante un proceso que será largo y deberá contar con la colaboración de las propias universidades y sus titulados".

Hay que anotar otra salvedad: el informe toma datos hasta 2007, justo antes del barrido de la crisis, cuando los titulados presentaban una tasa de paro del 5,6%, cercana al pleno empleo técnico. Es ahora, advierte el IVIE, el momento de comprobar si, como apuntan los estudios, su preparación "les permite adaptarse con mayor rapidez a las nuevas condiciones y, en consecuencia, el paro les afecta menos que a los colectivos con menores niveles de formación".

"Necesitamos datos, no opiniones"

El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, invitado por los rectores a la presentación del estudio sobre la contribución socioeconómica de las universidades valencianas, destacó su efecto clarificador. "Estos informes son muy importantes porque necesitamos datos objetivos, no sólo opiniones"; "dimes y diretes, tópicos no siempre justos sobre la universidad"; por ejemplo, dijo, "el de su aislamiento respecto a la sociedad".

Gabilondo, que era rector de la Universidad Autónoma de Madrid cuando fue nombrado ministro, afirmó que pocas instituciones "han hecho tanto por la cohesión social y territorial", y que su papel en el cambio de modelo productivo, su apuesta por conectar con el mundo económico, debe verse como un acto de "responsabilidad social, no de mercantilización".

A Gabilondo le precedió en el atril del Palau de la Música de Valencia Francisco Pérez, autor del estudio junto a José Manuel Pastor, que hizo un resumen del informe, incluida la parte más incómoda que analiza la debilidad del entorno económico de las universidades en comparación, no sólo con los territorios más avanzadas (Madrid, Cataluña y País Vasco), sino también respecto a la media española.

Sentados frente a él se hallaban los cinco rectores, Gabilondo y Camps. Al presidente, inquieto durante al acto, no pareció agradarle la parte del análisis sobre el menor desarrollo valenciano ni sobre la consecuente menor relación entre las universidades y el sistema productivo. Cuando le llegó el turno de cerrar el acto, con soltura y sin papel alguno, el presidente de la Generalitat destacó justamente la gran relación de los campus con el mundo de la empresa y el hecho de que hayan puesto en marcha parques científicos (aunque sólo funcionen dos). El jefe del Consell pidió también a los alumnos que ahora empiezan el curso que recuerden que la Generalitat financia el 90% del coste real de la matrícula.

Se aguardaba alguna referencia al nuevo modelo de financiación (incluso el anuncio de que estaba cerrado), y la hubo, pero no en la línea esperada. Camps dijo que el plan estará en 2010, y así pareció dejar la puerta abierta a que un año más las universidades acaben el ejercicio sin un horizonte económico definido.

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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