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Valencia disimula sus contratos a dedo con obras del Plan E

El interventor pone pegas al 38,3% de las inversiones del equipo de Barberá

Pablo Ferri

En la auditoría de las cuentas del Ayuntamiento de Valencia de 2008, el interventor, director del análisis, informaba de que el Consistorio había adjudicado sin concurso el 71,3% del dinero que dedicó a inversiones. En 2007, el porcentaje resultaba similar, el 72,4%. En la auditoría de las cuentas municipales de 2009, conocida ayer, la cantidad apenas asciende al 13,3%. ¿Es que el Ayuntamiento promueve ahora el concurso público en vez de las adjudicaciones a dedo? No tiene por qué, ya que como explica el interventor, la incidencia del primer Plan E "condiciona de forma sustancial cualquier comparación a efectuar" con años anteriores.

El Gobierno exigía que las obras financiadas con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local, el primer Plan E, cumpliesen unos criterios de contratación. Así, la vía municipal mayoritaria de adjudicación de contratos en 2008, que burlaba el concurso público, no servía para las obras del Plan E en 2009. Como el volumen de inversión del fondo estatal triplicó a las inversiones municipales el año pasado, la cantidad de contratos a través de concurso público creció paralelamente, igual que las contrataciones a dedo menguaron.

Ferrer avisa del peligro de la cuenta 413, llena de facturas por pagar

El interventor analiza al margen de la contratación la gestión del gasto en 2009. De los cientos de inversiones realizadas, la auditoría recoge una muestra y la analiza. Así, el interventor pone reparos a un 38,3% de las inversiones, mayoritariamente por gastar "sin autorización, disposición ni fiscalización previa". En 2008, las objeciones del alto funcionario afectaron al 24,6% del gasto y en 2007 al 15,4%.

Los informes negativos en la gestión del gasto trascienden a las inversiones, pues en el estudio de los gastos en bienes y servicios superiores a 3.005 euros, el interventor observa problemas en el 49,4% del dinero empleado en este apartado en 2009. Igual que con las inversiones, el equipo de Gobierno de la alcaldesa, Rita Barberá, abusó de los gastos "sin autorización, disposición ni fiscalización previa".

El concejal socialista Juan Ferrer, tras estudiar los datos de la auditoría, criticó que "el Ayuntamiento aumenta la opacidad, intensifica la contratación furtiva y vulnera la normativa cada año". Ferrer avisó además del peligro de la llamada cuenta 413, un cajón de facturas sin pagar arrastradas de año en año que disminuyó en 2009 porque Barberá destinó fondos del Plan E a ese fin. "En 2010 crecerá a más de 105 millones de euros", opinó Ferrer, "ya no hay planes E que la paguen".

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Sobre la firma

Pablo Ferri
Reportero en la oficina de Ciudad de México desde 2015. Cubre el área de interior, con atención a temas de violencia, seguridad, derechos humanos y justicia. También escribe de arqueología, antropología e historia. Ferri es autor de Narcoamérica (Tusquets, 2015) y La Tropa (Aguilar, 2019).

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