Valery Gergiev limita a 'Les Troyennes' su trabajo para la Ópera

"Solo hemos hablado del proyecto de Les Troyennes". El prestigioso director ruso Valery Gergiev acalló ayer las especulaciones sobre si su batuta será la que sustituya en el futuro a la de Lorin Maazel, que al final de esta temporada concluirá su trabajo como director musical del Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia. Gergiev (Moscú, 1953) aseguró contundente que sus prioridades son el Teatro Mariinski de San Petersburgo, que dirige desde 1988, y la London Symphony Orchestra, de la que se encarga desde hace dos años. Asimismo, nombró entre sus prioridades a la Ópera del Metropolitan de Nueva York o la Orquesta Filarmónica de Viena. Así, dejó claro que su colaboración con el Palau de les Arts será puntual y, por el momento, se centrará en dirigir al principio de la temporada próxima la ópera de Berlioz Les Troyennes.

No obstante, el director ruso destacó ayer el interés que tiene en seguir dirigiendo en España, país al que acude desde hace 15 años. Y apuntó la posibilidad de acometer coproducciones con la Ópera y algún otro coliseo.

Gergiev recibió ayer la medalla del Palau de la Música, auditorio en el que está dirigiendo un ciclo de tres conciertos basado en compositores rusos. Si el miércoles interpretó la ópera El ruiseñor, de Stravinski, en versión concierto, completada con la suite del ballet El pájaro de fuego, ayer dirigió la obertura de la ópera L'Arbore di Diana, de Martí i Soler, y dos obras de Prokofiev, la Sinfónía nº 3 y el Concierto nº 3 para piano y orquesta, éste con el solista Alexei Volodin. La estancia en Valencia del director ruso finaliza mañana, cuando dirigira la versión en concierto de La ciudad invisible de Kitesh, de Rimski-Korsakov.

El director ruso se deshizo en elogios hacia Valencia (es la octava ocasión que dirige en el Palau de la Música) y apostó por producir en el Mariinski alguna obra de Martín i Soler.