Víctima del "acoso grupal"

Zarandeos, intentos de que se cayera de la bicicleta, lanzamiento de piedras, insultos, defecaciones en su puerta, ruidos, amenazas... Todas estas acciones las recoge una sentencia del TSJ valenciano en lo que define como "acoso grupal" de los vecinos a una ciudadana de Castellón. El Ayuntamiento ha sido condenado a abonar a la mujer 6.000 euros pero no como responsable de los hechos sino como responsable de su pasividad ante más de 30 denuncias ante el consistorio. La sala entiende que "esa inactividad es imputable a la Administración, dado que se ha producido un anormal funcionamiento de los servicios municipales de asistencia social". Y reconoce que el "cuadro clínico reactivo agudo" que, según un informe pericial, presenta la mujer son derivados de la "hipotética violencia grupal" y, por tanto, imputables a los vecinos que supuestamente los cometieron. Por ello, además de imponer la multa, ha remitido el expediente a la fiscalía.

Las denuncias de la mujer comenzaron en 1997 a causa de las molestias producidas por ciertos vecinos que tenían animales de compañía. Una tras otra, presentó denuncias a la espera de que los servicios municipales hicieran algo. Pero no fue así. Según el fallo, en 2005, la vecina presentó una reclamación de responsabilidad patrimonial por los daños, fundamentalmente de carácter psíquico, que soportaba "y que tienen su origen en la inactividad de la Administración al no dar trámite a las reiteradas denuncias". El Ayuntamiento tampoco contestó. Y la vecina acudió a la justicia. Un juzgado de Castellón desestimó la reclamación al considerar que los daños reclamados habían prescrito. La mujer recurrió. Y el TSJ le ha dado ahora la razón.