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Reportaje:

Vida más allá de las pantallas

La divulgadora científica Maria Josep Picó transmite en 'Clàudia i l'esperit de la muntanya' el valor de la naturaleza a los niños

¿Cómo convencer a los niños enganchados a la Wii, los móviles y las redes sociales de que hay vida más allá de las pantallas? ¿O de la importancia de no perder el contacto con la naturaleza? ¿Y de que irse de excursión no tiene por qué ser sinónimo de pasar el día en el centro comercial?

La periodista, escritora y divulgadora Maria Josep Picó (Sagunto, 1973), Premio Nacional de Periodismo Medioambiental, se ha acercado por vez primera a la literatura infantil para responder a estas preguntas sin caer en los tópicos. Y lo ha hecho a través de una niña, la protagonista de Clàudia i l'esperit de la muntanya, que ayer presentó en el edificio de La Nau de la Universitat de València.

"El mundo urbano vive desconectado de la naturaleza"
La protagonista del libro "es tu hija, sobrina o nieta"

El libro, de Andana Editorial, forma parte de la colección Valors, integrada por relatos de literatura infantil "con valor añadido", como comentaba Maria Josep Picó ayer a este diario poco antes del acto. Y que en este caso intentan "fomentar la cercanía a la naturaleza" de los jóvenes lectores (la colección está recomendada para niños a partir de los 8 años).

¿Quién es Clàudia? "Tu hija, tu sobrina o tu nieta", contestaba esta autora de distintos libros de ensayo sobre sostenibilidad y ciencia. Clàudia es una niña urbanita como tantas y tantos otros que se pasan las horas jugando con el teléfono móvil o la Wii, o chateando en Tuenti o Messenger pero que no tiene ni idea de dónde salen las mariposas o que jamás se ha subido a un algarrobo.

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Un accidente y la posterior convalecencia en el pueblo de los abuelos, en medio de la montaña, es la excusa que le sirve a Maria Josep Picó para acercar la naturaleza a los lectores huyendo de lugares comunes y apostando por la proximidad.

El viaje, por ejemplo, comienza por un trayecto en tren que atraviesa la huerta y una zona de marjal. En el pueblo descubrirá que los residuos incontrolados pueden provocar incendios forestales o el peligro derivado de la expansión de las especies invasoras, como es el caso del picudo rojo en las palmeras. Todo ello en medio de la investigación de un misterio entomológico, el enigma de los bichos vacíos, que se resuelve en las últimas páginas. Y seguido de un epílogo con pautas -referencias al cambio climático, la biodiversidad, el reciclaje- que dan pistas a los padres para profundizar en el contenido del libro junto a sus hijos.

"El mundo urbano vive desconectado de la naturaleza", reflexiona la autora, que reivindica "un ocio no vinculado solo a ir al cine o centros comerciales: tenemos a la naturaleza a las puertas de las ciudades". Eso sí, sin fundamentalismos. "Hay que ser realistas, el contacto con los ordenadores aporta importantes habilidades para los chavales, pero este tipo de ocio no tiene por qué ser incompatible con otro al aire libre", insiste.

Maria Josep Picó, ayer, con un ejemplar del libro.
Maria Josep Picó, ayer, con un ejemplar del libro.MÒNICA TORRES

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