Xixona exige explicaciones a Camps por enviar basura a 300 kilómetros

Xixona levanta la voz ante el Consell. El Ayuntamiento, en manos del PSPV-PSOE, exigió ayer explicaciones y medidas sobre la gestión de basuras. El alcalde de la localidad alicantina, Ferran Verdú, reclamó al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, aclaraciones sobre "por qué la basura tiene que recorrer 300 kilómetros e ir de punta a punta de la Comunidad Valenciana". Verdú también pidió saber "a partir de qué día, hasta cuándo y, sobre todo, qué cantidad de basura va a llegar a la planta de Piedra Negra". Verdú lamentó que a estas alturas el Consistorio no sepa la cantidad de residuos que llegarán de Castellón y recordó que se ocupará de que no llegue más basura de la que cabe en la planta (que en 2010 recibió 50.000 toneladas menos de su capacidad).

El Ayuntamiento pide a Ripoll que prohíba la entrada de residuos externos

Iniciativa acusa al PP querer justificar el negocio de la incineración

Al día siguiente de cerrarse el vertedero de Vilafranca, que recibía basura de los 20 municipios de Els Ports y, por tanto, de que estos residuos empiecen a enviarse a Xixona, Verdú exigió también explicaciones sobre el incumplimiento del Plan de Residuos que no ha supuesto la construcción de las "plantas necesarias" para tratar basura. "¿Quién va a pagar el sobrecoste de estos desplazamientos?", preguntó el regidor.

La segunda exigencia política se dirigió al presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, a su vez al frente del Consorcio de la Zona XIV (que gestiona la planta de Xixona). Verdú criticó la "inactividad" de Ripoll y le reclamó que convoque el consorcio y prohíba la entrada de basura de fuera de esta zona (que cubre El Comtat y parte de L'Alcoià y L'Alacantí).

Por su parte, Xixona Neta lamentó que Camps no haya contestado a la carta que le entregaron en su visita de diciembre y anunció que la semana próxima perfilarán citas con partidos políticos, turroneros y comerciantes. El colectivo apoya el recurso que prepara el Ayuntamiento.

Mientras, en Castellón, el envío de basura a Xixona se limita, de momento, a 5.000 toneladas al año, que es lo que produce la veintena de municipios de Els Ports, que hasta ahora depositaban sus residuos en Vilafranca. Sin embargo, el consorcio de la zona norte de Castellón concentra medio centenar de municipios de los que 30, entre los que se encuentran los más grandes, no tienen resuelto el problema del tratamiento y a los que Vaersa prometió la misma solución que a los pequeños.

El hecho es que se ha habilitado una instalación provisional en Vilafranca que permite la compactación de la basura de los 20 municipios, mientras que para el resto es necesaria una planta de transferencia, que se ha de construir en Benicarló y que aún no se ha iniciado. Será en el momento en el que esta planta esté construida cuando todas las localidades del norte llevarán su basura a Xixona.

En cualquier caso, la cantidad es otro de los elementos sobre los que existe incertidumbre. El Plan Integral de Residuos (PIR), revisado en 2009, estima que la cantidad de residuos que genera la zona 1 asciende a 135.000 toneladas al año. Sin embargo, el responsable de Medio Ambiente de la Diputación de Castellón, Vicent Aparici, aseguró ayer que el consorcio genera 40.000 toneladas al año, mientras que fuentes de los ayuntamientos afectados elevan esta cantidad a 50.000 que es, precisamente, el volumen máximo que Xixona está dispuesto a admitir en su planta para que ésta no se sature.

En cualquier caso, Aparici se desentendió del problema mientras que el portavoz de Iniciativa, Carles Mulet, acusó al PP de provocar este caos "para justificar el negocio de la incineración", opción que el Consell decidió incluir cuando realizó la revisión del PIR.