"Se acaba el curso y nadie quiere que le toquen la nómina"
En Valencia capital ayer era difícil encontrar un colegio público vacío de maestros. El CP Ballester Fandos, epicentro legendario de las protestas y movilizaciones en el marinero barrio de El Cabanyal, fue una excepción, dentro de la normalidad laboral que dominó la jornada, con un profesorado que secundó al 100% el paro (excepto los seis maestros impuestos por los servicios mínimos) y ausencia de niños. Ximo Alpuente, su jefe de estudios, consideró "necesaria" la huelga porque "el Gobierno ha practicado una política de hechos consumados, sin negociación. No puede quedar impune, sin consecuencias".
En la posición contraria se encontraban docentes, como Josep Lluís Peris, del IES Ravatxol de Valencia, donde de 43 profesores solo paró uno: "La idea que compartimos muchos compañeros es que los funcionarios hubiéramos visto bien una huelga a nivel de todo el sector público europeo. Pero no contra un Gobierno español que no es responsable de esta crisis internacional". Y otros consultados en centros de Alicante: "Nos pilla a final de curso, y nadie quiere perder dinero de su nómina", admitieron.
De seis centros consultados en Alicante, solo 13 de un total de 389 profesores se sumaron al paro. En el IES Mutxamel, de 80 profesores lo hicieron ocho. En los colegios Fabraquer y El Vincle de El Campello nadie secundó el paro. Educación cifró el seguimiento en un 6,32% de los 54.000 profesores no universitarios. Los sindicatos lo elevaron al 65%.
La situación en las universidades fue parecida. Las centrales hablaron de seguimientos muy altos, por ejemplo, en la Politécnica de Valencia. Un recorrido por sus escuelas y facultades revelaba, sin embargo, un impacto menor. El número de vehículos que pasaron por los controles de acceso y entraron en los aparcamientos subterráneos fue similar al de un día de principios de junio, cuando ya han acabado las clases. Muchos exámenes fueron aplazados en previsión del paro. Los cuatro convocados por la mañana en la Facultad de Economía de la Universitat de València se celebraron sin problemas. La Miguel Hernández de Elche cifró en un 20% el seguimiento entre el personal de administración y un 0,1% en el profesorado. Solo la Universidad de Alicante afirmó que la huelga había triunfado, apoyada por el 85% del personal.
