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El agresor que dio 12 puñaladas a su ex pareja dice que "iba a abrazarla"

La policía disparó en el abdomen al ex marido, que continuó apuñalando

El hombre de 46 años que recibió un disparo de la policía porque no dejaba de apuñalar a su ex pareja, con la que tenía orden de alejamiento y a la que ya había asestado una docena de cuchilladas en Elche, declaró ayer que no quería matarla y que cuando llegaron los agentes su deseo era abrazarla. Así lo explicó en el juicio en la Audiencia de Alicante durante su intervención final donde, tras admitir su culpabilidad, aseguró estar "muy arrepentido" porque "quería más que a nadie" a la víctima, de 37 años y que logró sobrevivir sin grandes secuelas.

El fiscal eleva de 26 a 27 años la petición de cárcel para Emilio José M. L. al creer que tenía la clara intención de asesinar a la mujer con el agravante de hacerlo "lentamente". Todo ocurrió el 18 de abril de 2009, cuando la víctima, B. P. G., regresó a su casa a medianoche acompañada de una amiga y se encontró con que su ex pareja (que había contactado con ella días antes para retomar la relación pese a la orden de alejamiento) había entrado en la casa. El hombre cerró con llave la puerta y amenazó de muerte con un cuchillo de grandes dimensiones a su ex pareja, quien logró que dejara marchar a su amiga, que a su vez pidió auxilio a la policía.

Desde el primer momento, el hombre le amenazó con que iba a matarla "lentamente" y en cuanto se fue la amiga le propinó varias cuchilladas en las piernas y agarró una bombona de butano y le echó el gas a pocos centímetros de la cara. La víctima explicó que fue "consciente de que iba a ser una mujer muerta" cuando el hombre cogió otro cuchillo de la cocina para acuchillarla en más partes del cuerpo y orinó en un vaso para obligarla a beber, lo que no consiguió. Poco después, los bomberos echaron la puerta abajo y siete agentes de la policía nacional entraron en el piso dando el alto, a lo que Emilio José M. L. respondió en actitud amenazante e intentó seguir acuchillándo a su víctima.

Tras un disparo al techo que no hizo que el acusado dejara de agredir a la mujer, un policía le hirió de un tiro en el abdomen, pero el agresor todavía opuso gran resistencia antes de ser inmovilizado. La agresividad del detenido no acabó ahí ya que en su camino al hospital amenazó de muerte a los agentes, a la amiga que avisó a la policía e, incluso, le dio una patada en el tórax al médico de guardia que intentó atenderle en urgencias.

Ante el tribunal, Emilio José M. L. pidió entre sollozos perdón "a todo el mundo" y sostuvo que cuando entró la policía su intención no era apuñalar a la mujer sino abrazarla. Trató de justificar que no tuvo intención de matar a B. P. G. como lo demuestra el hecho de que el cuchillo fuera "muy grande" y que hubiera podido hacerlo antes, y justificó su comportamiento agresivo en la "confusión" que sufrió tras mezclar la ingesta de pastillas, cocaína y alcohol. Por eso su defensa pidió que se le imponga una pena de tres años por lesiones, lo que le dejaría en libertad al haber estado ya casi dos años en prisión provisional.

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