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Reportaje:

20 años y 50.000 bebés después

El Instituto Valenciano de Infertilidad celebra dos décadas de vida con la vista puesta en pasar del 45% al 70% en tasas de embarazo

Pocos podían pensar cuando el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) abrió sus puertas en un modesto piso de una finca de la calle de la Guardia Civil de Valencia que 20 años más tarde la clínica sería el centro de referencia de la reproducción asistida de España y uno de los más prestigiosos del mundo.

Los codirectores del IVI, Antonio Pellicer y José Remohí, celebraron ayer el aniversario con una cascada de datos que ayudan a comprender la dimensión que ha tomado el centro. Quizás el más espectacular sea el que indica que el 1% de todos los niños que nacen en España son engendrados en el IVI. Pero hay otras cifras extraordinariamente indicativas. Como el hecho de que el 30% de los tratamientos de reproducción asistida que se siguen en el país tiene lugar en alguna de sus clínicas. O que durante estos años, en sus centros se ha hecho posible que nacieran 50.000 bebés y se han atendido a 126.000 pacientes. Además, el 30% de los pacientes del centro de Valencia son extranjeros, lo que da una idea del peso internacional que ha adquirido el IVI, que tiene delegaciones en Lisboa, Panamá, Santiago de Chile, Estambul, Buenos Aires y Salvador de Bahía.

Uno de cada 100 niños que nacen en España se debe al IVI
Pellicer espera que el trasplante de útero llegue en dos o tres años

Esto por lo que respecta al pasado y el presente. El futuro pasa por una mejora en la tasa de embarazos, que actualmente ronda el 45%. "Nuestro objetivo es alcanzar el 70%, con la transferencia de un único embrión y con los mínimos efectos secundarios que actualmente conllevan este tipo de tratamientos", indicó Remohí. Junto a ello, el IVI tiene la vista puesta en los avances en medicina regenerativa y la posibilidad de crear gametos (espermatozoides y óvulos) a partir de células madre, una técnica que se encuentra aún en fases iniciales. O profundizar en el diagnóstico genético preimplantacional, un procedimiento que permite detectar enfermedades en el embrión y, de esta forma, evitar la transmisión de patologías genéticas de padres a hijos.

Pellicer también habló de la conveniencia de que la legislación española abra las puertas a la maternidad subrogada -una práctica más conocida como el vientre de alquiler-, que podría comenzar a permitirse entre familiares para evitar conflictos. Y se refirió a los estudios preliminares que se están realizando para que el trasplante de útero, en el que trabaja el hospital La Fe de Valencia junto al IVI, pueda ser una realidad "en dos o tres años". Hasta el momento se ha practicado con éxito en ovejas, ratas y ratones. El proyecto lo encabeza el doctor Cesar Díaz, que se encuentra formándose para esta tarea en Suecia, y estaría especialmente indicado para mujeres que carecen de útero y vagina (una patología con una frecuencia de una por cada 100.000 mujeres), pero sí tienen ovarios.

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Grupo IVI
José Remohi (izquierda) y Antonio Pellicer, ayer en la celebración de los 20 años del IVI.

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