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Tres años por acuchillar al marido que la agredió

Una mujer fue golpeada por su marido, se defendió con un cuchillo de cocina, se lo clavó en el abdomen y ha sido condenada a tres años y diez meses de prisión, tras considerar una legítima defensa parcial. Él ha sido condenado a una multa, porque también le han aplicado una eximente: la de ir bebido el día de los hechos. Así lo recoge el fallo dictado por el tribunal de la sección primera de la Audiencia de Valencia.

Los hechos probados no ofrecen duda. María José Gilabert y Khalid Joulad se casaron y tuvieron un hijo. Recoge la sentencia que "la convivencia siempre estuvo salpicada de conflictos y episodios violentos". El 26 de marzo de 2007, Joulad regresó a su casa a eso de las 22.00. Entre la pareja se desató una discusión que terminó en un forcejeo del que participaron ambos. Minutos después, el hombre abandonó la casa, se fue a la calle y se puso en medio de la carretera, provocando a los conductores. Según el tribunal, la mujer vio desde el balcón esas "muestras de alteración y agresividad" de su esposo. Unos conocidos la alertaron de que él pretendía incendiar el coche que tenían. Y la mujer salió corriendo hacia la calle con un cuchillo de cocina de diez centímetros de hoja que, según el fiscal, era el que estaba usando para pelar patatas. "Al salir del patio, su marido le puso la zancadilla, lo que provocó su caída al suelo, donde recibió patadas y puñetazos. Acto seguido, como quiera que el procesado hizo ademán de quitarle el cuchillo al tiempo que continuaba la agresión, María José se lo clavó en el abdomen atravesando diversas estructuras anatómicas". Así consta en la sentencia. Ella también resultó lesionada, aunque de levedad.

El tribunal reconoce en el fallo dudas del testimonio ofrecido por la mujer. De entrada, considera que "no es posible conocer los pormenores concretos por los que se desenvolvió el suceso, pues junto a la ausencia de testigos, nos encontramos con que las declaraciones de los procesados no son precisamente coincidentes". Considera la sala respecto de la mujer que "es fácil de advertir que toda su explicación tiene un claro ánimo de justificar en alguna medida su responsabilidad en el episodio que provocó importantes heridas a su marido". Tanto es así que como el marido no tiene más lesión que la cuchillada, considera la sala que ante la duda, "cabe entender acreditado que el incidente no revistió especial intensidad y, en todo caso, se desarrolló en plano de igualdad entre los esposos". Por eso las agresiones de él a ella no son delito sino falta.

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