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El asesino de una mujer en Castellón vivía con ella pese a la orden de alejarse

Ambos reanudaron la convivencia tras salir él de una condena por malos tratos

María Fabra

Ni la orden de alejamiento, ni los programas de ayuda a los que se acogió Fabiola hasta que su pareja salió de la cárcel, donde cumplió condena por agredirla, funcionaron. Nada funcionó. La mujer, de 44 años, murió asfixiada en la madrugada del domingo. Y ayer, su agresor, Domingo V. R., de 50 años, reconoció los hechos ante el juez, que decretó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza.

El subdelegado del Gobierno en Castellón, Antonio Lorenzo, calificó de "largo" el historial de antecedentes por violencia de género que el presunto criminal tenía tanto en Ciudad Real como en Castellón y no solo en relación con Fabiola, sino también con su anterior pareja.

El individuo, al que se imputan los presuntos delitos de homicidio y quebrantamiento de condena, fue condenado en septiembre de 2006 a 18 meses de prisión por los delitos de maltrato, amenazas y quebrantamiento de medida cautelar, que afectaban a la misma víctima, quien ya le había denunciado por no cumplir una orden de alejamiento anterior.

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Los antecedentes del agresor provocaron su ingreso en prisión, de la que salió en julio de 2008. A partir de ese momento, tenía prohibido acercarse a menos de 200 metros de su pareja durante un periodo de cuatro años, por lo que la orden de alejamiento seguía vigente. Según indicó el subdelegado del Gobierno en Castellón, durante el tiempo que el hombre estuvo en prisión, Fabiola se acogió a programas de seguimiento y ayuda que abandonó aproximadamente en las mismas fechas en que su verdugo salió de prisión y retomó la relación con su víctima.Antes de la condena por la que estuvo en la cárcel, contra el detenido se había decretado en 2004 una orden de busca por abandono familiar, aunque la policía señaló: "No sabemos si estaba actualmente vigente".

El subdelegado del Gobierno, Antonio Lorenzo, lamentó el suceso, "pues, como en otros casos, tanto la quería, que la mató", y aseguró que "aunque en este caso el único responsable es el presunto agresor, es necesario hacer un llamamiento para que todos extrememos nuestras alertas y que las mujeres que se sientan en situación de riesgo no duden en contar con los medios de que dispone el Estado".

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A mediodía de ayer, la Subdelegación del Gobierno y el Ayuntamiento de Castellón celebraron sendas concentraciones, de cinco y un minuto de silencio respectivamente, para condenar el suceso. Entre los concentrados frente al consistorio se encontraba el hijo de la víctima, muy afectado por el suceso, así como amigos y compañeros de su madre.

Los hechos ocurrieron el domingo. Alrededor de las 14.00 la policía recibió un aviso después de que el hijo de la víctima la encontrara muerta en su casa. Cuatro horas más tarde, la policía recibió un nuevo aviso en el que se informaba de la localización del presunto agresor, que fue detenido en el interior de un bar.

El vicealcalde de Castellón, Javier Moliner, acompañó al hijo de la víctima durante la concentración y aseguró que la familia va a ser "objeto de un trabajo específico y prioritario para atenderles desde los servicios de asesoramiento jurídico y psicológico".

También la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, condenó este crimen machista que eleva a ocho el número de fallecidas por violencia de género en lo que va de año. Aído destacó la importancia de que "ni las mujeres ni sus entornos minimicen el riesgo de sufrir violencia, porque corren peligro de muerte". Para la ministra, "el posicionamiento crítico de toda la sociedad supone el mejor instrumento para la prevención de la violencia de género". No en vano, vecinos de la mujer indicaron ayer a Europa Press que ésta pensaba que la pena de prisión le había "servido" a su compañero y que había "entrado en una etapa nueva". Los vecinos aseguraron que a ambos se les veía "juntos y cogiditos" cuando iban por la calle e incluso que la mujer "le decía a él 'mi bebé".

Un vecino, propietario de un local, señaló que, hacia las 13.15 del domingo, apenas una hora antes de que fuera hallado el cadáver de la mujer, el agresor estuvo en su bar, como "habitualmente" hacía, tomándose una copita, al igual que cualquier otro día. No solo eso, sino que invitó a varias personas de las que se encontraban allí para "celebrar" el aniversario de la apertura de otro establecimiento con su mujer.

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