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Reportaje:

Un aula para los sentidos

APSA y Aquagest ponen en marcha en Alicante una unidad para estimular la integración sensorial de niños con dificultades

Algunos niños no pueden cruzar las piernas o son incapaces de ponerse una chaqueta porque sufren alguna dificultad en el proceso sensorial. Para detectar, evaluar y tratar estas alteraciones, la Asociación Prodiscapacitados Psíquicos de Alicante (APSA) ha puesto en marcha lo que ayer bautizaron como Sala del Agua.

Se trata de un espacio que pretende maximizar el potencial sensorial de cada niño o niña, menores de seis años, mediante el uso terapéutico de diversas actividades. El aula se ha montado gracias a la ayuda económica de Aquagest Levante. "Es un aula abierta con materiales en suspensión donde a cada alumno le aplicamos un programa individual para que aprenda y recupere su capacidad sensorial", explica Mari Nieves Martínez, terapeuta ocupacional y especialista en integración sensorial.

15 menores de 6 años juegan para activar sus sentidos
Martínez: "A cada alumnos le aplicamos un programa"

Por ahora son 15 los alumnos atendidos, pero hay lista de espera y se confía poder atender en el futuro a un total de 30. Son niños cuyo problema es sensorial, algunos son hipersensibles o hiposensibles, hay otros con Síndrome de Down, autismo o parálisis cerebral. En la nueva aula los monitores intentan estimular todos los sentidos: gusto, oído, olfato, vista, pero sobre todo a nivel propioceptivo, vestibular y táctil. Hamacas, columpios, luces, objetos con diversas texturas y sonidos permiten a los niños explorar a través del cuerpo diferentes estímulos.

Martínez recuerda que cuando se habla de la integración sensorial es para hacer mención a la capacidad del sistema nervioso central de interpretar y organizar la información captada por los órganos sensoriales del cuerpo. Cuando se recibe esa información por el cerebro se analiza y se utiliza para permitirnos entrar en contacto con nuestro ambiente y responder correctamente a los estímulos que nos llegan.

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Los terapeutas del Centro de Desarrollo Infantil y Atención Temprana de APSA ofrecen una terapia especializada para cada caso. La experta recuerda que los primeros síntomas que presentan estos niños son problemas en el aprendizaje, falta de atención, alteraciones motrices o de sensibilidad táctil, entre otros. Este centro de APSA, ubicado en la avenida de Salamanca de Alicante, fue creado en 1985 con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los niños y niñas menores de seis años con discapacidad intelectual o riesgo de padecerla. APSA tiene sedes, además, en La Vila, Benidorm y Sant Vicent del Raspeig y atiende a más de 400 usuarios.

Ayer la directora de Aquagest, Asunción Martínez, y la presidenta de APSA, Isabel Manero, fueron las encargadas de inaugurar la nueva Aula del Agua en Alicante, una sala para la integración sensorial de los más pequeños.

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