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El azulejo y las fritas lideran el alza de emisiones de CO2

El sector tiene derechos excedentes por 800.000 toneladas

La industria azulejera, asentada casi en su totalidad en la provincia de Castellón, está entre los sectores que más han aumentado las emisiones de CO2 a lo largo del último ejercicio. La evaluación del régimen de comercio de derechos en España publicada recientemente por el Ministerio de Medio Ambiente sitúa a las fritas a la cabeza del ranking de este incremento con un 19,4% más de emisiones a lo largo del pasado año. El tercer puesto es para la industria de azulejos y baldosas, con un 11,2% más. El repunte es aún más significativo si se compara con el resto de sectores sujetos al comercio de derechos de emisión, ya que el balance nacional cerró con un descenso global del 11,3%.

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Sin embargo, la cerámica ha vuelto a acumular un importante excedente. Hasta tal punto que si hubiera vendido todos los derechos sobrantes (un derecho equivale a una tonelada de CO2) hubiera facturado cerca de once millones de euros.

El último plan de asignaciones otorgó 1,4 millones de derechos a 29 azulejeras valencianas, pero emitieron sobre 830.000 toneladas. En cuanto a las fritas, éstas contaban con 630.000 derechos de emisión y agotaron más de 400.000. Es decir, entre ambas acumularon más de 800.000 toneladas de CO2 de superávit (un 40% la industria de azulejos y un 36% la de fritas).

"El sector cerámico, junto con el de ladrillos, ha sido de los más afectados por la crisis y esto implica que estén entre las que más excedente han generado", explica Albert Noguera, de Sende CO2, la bolsa española de derechos de emisión de dióxido de carbono.

Según destaca, el caso del ladrillo no es el mismo. "En la construcción no ha habido aumento de producción, y por eso no se han incrementado tanto las emisiones". Así, Noguera apunta que el pasado año el derecho se situó entre los doce y trece euros, por lo que el excedente de la cerámica hubiera alcanzado un valor de 11 millones de haberse puesto en venta en el mercado internacional. "Aunque no todas las empresas venden", recalca.

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Sí lo hacían mayoritariamente cuando comenzó a bajar la producción, a partir de 2008, cuando el sector de la construcción en España frenó en seco con una caída en la fabricación de nuevas viviendas superior al 70% respecto al año anterior.

Y es que producción y emisiones están fuertemente ligadas. De hecho, esta es la explicación del importante repunte de las emisiones de CO2. Tal y como explican desde la patronal cerámica Ascer, en 2008 y 2009 la producción cayó de forma muy importante (en 2009 se llegó a emitir menos de la mitad de los derechos asignados). "En 2010, esta se ha estabilizado y ha experimentado un ligero crecimiento, así como en el año actual", apuntan, y recuerdan que "la ley establecía una serie de estimaciones basadas en unos registros históricos y por tanto, los años sucesivos, la producción no tuvo ese ritmo, así que la previsión estaba por encima de la producción real".

Desde Ascer, esperan que la situación sea diferente en los ejercicios siguientes, contando con la "la estabilización de la producción" de azulejos y fritas.

La producción también incide en el valor al que se cotiza en el mercado internacional la tonelada de CO2. "En 2009, cuando cayó la producción había muchos derechos que vender y bajó el precio", afirma Noguera. Este año la situación es la inversa y 2011 ha comenzado con un precio más alto, sobre los 14,5 euros. Un alza de precios que arroja un porcentaje de crecimiento superior al 10% respecto al ejercicio anterior. No lo dicen, pero los azulejeros sueñan con verse obligados a comprar derechos en un futuro próximo.

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