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Reportaje:

Un barrio que resiste y crea

Salvem El Cabanyal reúne en su novena edición de Portes Obertes a conocidos escritores por el barrio

Ferran Bono

Quizá una de las fotos más significativa es la que muestra a unas ancianas cosiendo una gran tienda de campaña. En ella pasaron las noches los representantes de Salvem-El Cabanyal cuando hicieron una huelga de hambre hace siete años en contra del plan municipal de prolongar la avenida Blasco Ibáñez hasta el mar a través del barrio. La imagen, ahora incluida en un libro de próxima publicación, refleja la implicación de la gente mayor en las acciones organizadas por el núcleo duro del colectivo, sean performances, intervenciones artísticas en los comedores de sus casas o talleres de poesía.

Esto último es una novedad. Pero las cosas han de cambiar para continuar, en este caso, para resistir. De modo que la novena edición de Cabanyal Portes Obertes no estará integrada por las obras de uno o de muchos artistas, expuestas en las casas particulares, como viene siendo habitual, sino que se dedicará a la literatura.

José Luis Sampedro, Belén Gopegui, Juan Cruz o Fernando Delgado participarán

El próximo día 4 comenzará la Trobada d'Escriptors pel Cabanyal, que inaugurará José Luis Sampedro, que se ha mostrado siempre solidario con las reivindicaciones de Salvem. Para una plataforma vecinal, que no dispone de ningún tipo de ayudas institucionales (a excepción de las facilidades que le ofrece la Universitat de València), no es fácil reunir a Sampedro, Belén Gopegui, Julio Llamazares, Benjamín Prado, Juan Cruz, Fernando Delgado, Martí Domínguez o Susana Fortes. Lo han hecho con la ayuda del escritor Alfons Cervera y otros voluntarios que alimentan la esperanza de ganar la lucha contra el plan que afecta a 1.650 viviendas.

"Continuamos con el mismo mensaje que lanzamos desde un punto de vista de izquierdas. Ahora con escritores que se han comprometido con nosotros sin cobrar nada por ello", apuntó ayer Fernando Flores, de Salvem.

La zona de la prolongación se ha ido degradando a marchas forzadas en una estrategia premeditada del Ayuntamiento para minar la oposición al plan, según la plataforma. Denuncian, además, que la Copa del América, a 300 metros, pase de largo por el barrio. Ahora, el plan está paralizado en virtud de la declaración de la trama como Bien de Interés Cultural y el proceso se encuentra en manos del Tribunal Supremo. La sentencia saldrá en un año o año y medio.

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Mientras tanto, no cesan en pensar y preparar actividades para llamar la atención, implicar el vecindario y denunciar la degradación. El tiempo pasa y algunos de los componentes del núcleo duro han sido sustituidos por otros a causa del nacimiento de varios hijos. No es fácil mantener la moral, seguir reuniéndose todas las semanas. "Pero lo hacemos, aunque la alcaldesa [Rita Barberá] siga sin recibirnos", comenta Faustino Villora. Resisten y crean. La semana que viene, un encuentro de escritores.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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