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Las bibliotecas pierden 300.000 volúmenes

El Consell incumple el convenio con el Gobierno para renovar fondos

El Ministerio de Cultura y las comunidades autónomas firmaron en 2005 un convenio para incrementar y renovar los fondos de las bibliotecas municipales que suponía una subvención ministerial de 2,2 millones de euros, cantidad supeditada a que cada gobierno autonómico aportara la misma cantidad. La Generalitat suscribió el acuerdo, pero en 2006 sólo aportó 900.000 euros, igualados por la Administración central, mientras que en 2007 presupuestó 509.000 euros no vinculados al acuerdo. Y para 2008, por el momento, la aportación prevista por la consejería es de 1,2 millones de euros, la mitad de lo estipulado en el convenio. Una situación que ha movilizado al Fòrum del Llibre, una plataforma que agrupa a bibliotecarios, editores, libreros y distribuidores. Los responsables de las más de 500 bibliotecas públicas valencianas lamentan las pérdidas millonarias en subvenciones, que supondrían la adquisición de cerca de 300.000 volúmenes. "Una oportunidad única", dicen, de renovar y ampliar los fondos.

Teresa Llabata, de la biblioteca del Cabanyal-Canyamelar, en Valencia, aduce que hace falta "renovar los fondos, especialmente con novedades. No se trata de que tengamos muchísimos libros, sino de que haya cosas de calidad, aquello que vemos en reseñas y que a los usuarios les apetece leer. Y no solamente libros, sino que también nos falta material audiovisual, y no tenemos presupuesto para eso". Llabata lamenta el contraste entre la "frivolidad" de dejar pasar subvenciones y los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que sitúa la proporción de documentos por habitante de la Comunidad Valenciana en 1,2, por debajo de la media estatal de 1,24 y lejos de las recomendaciones de la Unesco, entre 1,5 y 2,5.

Pilar Sánchez, de la biblioteca de Aldaia, argumenta que la pérdida de estos fondos "afecta mucho". "Podríamos pasar de 3.000 euros a 15.000 si estuviera en vigor el convenio y sería muy importante no sólo para incrementar los fondos, sino para actualizarlos", explica, y alude al desfase de determinados manuales especializados, sobre todo jurídicos, y al importante deterioro que sufren los materiales infantiles. "Al usuario lo que le interesa es que el material esté bien y que sea novedoso", resume. La responsable de la biblioteca municipal de la Vall d'Uixó, Adelina Navarro, incide en estos argumentos y añade que las bibliotecas valencianas en particular "sufren un retraso notable". "Nuestras colecciones están obsoletas, y se ha perdido una oportunidad única para renovar los fondos. Con los presupuestos que tenemos nos da para comprar cuatro novedades, hacer una actividad lectora y poca cosa más. Si en un ejercicio adquirimos dos enciclopedias, nos endeudamos para los dos siguientes", añade.

Paco Rodrigo, presidente de la Asociación de Bibliotecarios Valencianos, argumenta que a la consejería "se le llena la boca diciendo que tenemos la red más importante de bibliotecas públicas, pero el 95% del esfuerzo que se realiza es de los ayuntamientos". "En todo caso, perder dos millones de euros anualmente es una barbaridad, se mire por donde ser mire, porque estamos hablando de muchos libros. En una biblioteca nunca sobran ni el dinero ni los libros", concluye.

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