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El cheque escolar es un sistema de financiación de la educación privada

Un estudio afirma que el bono de Valencia es selectivo y no garantiza la equidad

La diferencia entre teoría y práctica en política puede ser un abismo. Esto es, precisamente, lo que ha ocurrido con los "objetivos" que se fijó el cheque escolar implantado en Valencia en 1992 y los "resultados" 16 años después, según el exhaustivo estudio realizado por la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) sobre La experiencia valenciana. El autor, Rafael Granell Pérez, concluye que los resultados de este modelo "pionero" en España "no han cumplido los dos objetivos" de "igualdad de oportunidades y de "libertad de elección de centros", ante la nula oferta pública existente. Al contrario, el cheque escolar se puede calificar "como un sistema de financiación de la educación privada".

El objetivo social se invierte: el 50% de niños es de familias de renta media
En 2007-2008 sólo 15 niños de los 6.671 con bono han ido a clase gratis

"La introducción del cheque escolar, tras las elecciones de 1991 que dieron la victoria a la candidata del PP Rita Barberá relevando a la izquierda socialista", recuerda el autor, "no estuvo exenta de polémica, pues vino acompañada por la desaparición del anterior sistema de financiación municipal", basado en la creación de una red de escuelas públicas para menores de 4 años y de subvenciones a las cooperativas. La "inmediata privatización" de los tres centros municipales que había y la eliminación de las ayudas a las 24 cooperativas cambió radicalmente el mapa del primer ciclo de la educación infantil. En el curso 2007-2008 sólo 33 niños de los dos centros municipales existentes se han beneficiado de este sistema, y de ellos sólo 15 tienen la gratuidad completa. Una cantidad "insignificante", si se compara con las 6.671 concesiones en centros privados.

Granell Pérez ha trabajado con las cifras de beneficiarios y baremos utilizadas por el Servicio de Educación y por la Oficina Estadística del Ayuntamiento de Valencia desde el primer año de aplicación, en 1992. El autor atribuye directamente a la "escasez de regulaciones" los pobres resultados. Y analiza las consecuencias de esta falta de criterios.

- Ausencia de criterios de selección del alumnado. "Las bases no establecen ningún criterio obligatorio de selección. Los centros privados pueden seleccionar a sus alumnos, basándose en los criterios que consideren, o también rechazar a ciertos alumnos pese a tener plazas disponibles. Esta libertad de los centros para seleccionar va en contra de los intereses de las familias, que ven mermada su capacidad real de elección".

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- La desregulación favorece la criba de las minorías. "Esta posibilidad puede ser especialmente preocupante para determinados colectivos, como minorías raciales o familias de bajo nivel socioeconómico, que pueden ser el objetivo de los mecanismos de criba utilizados por determinados centros".

- Sin regulación de precios. "Al no existir, los centros pueden cobrar cantidades por encima del importe del cheque escolar. Al darse esta situación, los padres ven condicionada su capacidad real de elección según el precio que ponga cada centro. Esta posibilidad puede dejar fuera a las familias más desfavorecidas". Completar la mensualidad para las familias oscila entre 60 euros en un centro municipal, a 190, 250, incluso más de 400, según el tipo de entidad privada.

- Magnitud del problema de los precios. Éste depende cada año de cuántos centros fijen su precio por encima del importe del cheque escolar. "En el curso 1998-1999, de los 265 centros que participaron del sistema, 127 fijaron su cuota por debajo del importe máximo del cheque (87,15 euros). Es decir, que una familia que recibía un cheque de esta cuantía tenía la posibilidad de asisitr a uno de esos centros de forma gratuita. Si el cheque que le correspondía tenía una cuantía inferior, por ejemplo de 42,07 euros, su opción quedaba reducida a sólo 18 centros. Por tanto, de los 5.065 niños que recibieron el cheque escolar en 1998, tan sólo 849 asistieron sin pagar nada. El resto se vio obligado a completar el importe del cheque".

Esta situación se ha agravado con los años, pues el importe mínimo ha ido disminuyendo (hasta 30 euros) mientras el máximo se mantiene en unos 90 euros. Este desajuste ha llevado a que en Valencia, en 2008, con dos únicas guarderías municipales, sólo 15 niños de 6.671 tuvieron asistencia "gratuita".

- Bono abierto a rentas medias. Mientras en el curso 1998-1999 un total de 3.183 niños de los 5.067 beneficiarios pertenecían a familias con ingresos menores de 8.568 euros (renta media) y sólo 1.884 a rentas superiores a los 11.000 euros, en el curso 2007-2008, la pirámide se había invertido. 3.851 beneficiarios de los 6.671 que hubo pertenecían a rentas de entre 28.000 y 49.423 euros. El objetivo social de llegar a los más desfavorecidos pinchó. Sólo 1.755 niños de familias con rentas medias de 8.338 euros obtuvieron cheque escolar.

- Limitación de transporte público. "En una ciudad del tamaño de Valencia, la distancia del domicilio al centro escolar resulta clave en la elección del centro. Los padres no pueden elegir conforme a la calidad docente o de las instalaciones. Esta limitación podría haberse resuelto con cheques que incluyeran el transporte financiado o más servicio público escolar.

- Falta de publicidad. "La información del sector público juega un papel clave para conocer las alternativas o características de los centros autorizados. Sin enbargo, el Ayuntamiento no proporciona a los padres ningún dato que facilite su elección.

Origen de este mecanismo "conservador"

- Los cheques de 1955. El origen de los cheques escolares se atribuye al economista liberal Milton Friedman para solucionar los problemas educativos de EE UU. Sólo podían ser usados por centros privados y su cuantía era igual al coste por alumno en centros públicos. En centros más caros se pagaba la diferencia. Tuvo consecuencias negativas sobre la equidad y falta de regulación. Se tipificaron como instrumentos de "carácter liberal o conservador".

- Modelo compensatorio de Jenks (1970). Reorientó el bono a objetivos sociales para mejorar la educación de los desfavorecidos y otorgar control de calidad a los padres.

- Corta experiencia en California. El modelo de Jenks se implantó sólo en un distrito en 1973, en California. Se eliminó en 1977 al comprobar que producía un incremento de los costes de servicio sin garantizar mejores resultados.

- Recuperación en los noventa. Lo aplicaron gobiernos liberales de Chile, Colombia e Inglaterra. En España lo intentó UCD en 1979 y se implantó en forma de conciertos en 1980.

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