El chino será optativo en las aulas de Secundaria

"¿Quién quiere perder el tren del chino?", se preguntó ayer el consejero Alejandro Font de Mora en un desayuno-conferencia organizado por la patronal de centros privados Feceval. "Yo no", se respondió el responsable del sistema educativo valenciano, que va a la zaga respecto al resto de autonomías en cuanto a la implantación del inglés desde la etapa de Infantil, pese a que está obligado por la Ley Orgánica de Educación (LOE).

La Administración valenciana tiene la mira puesta en la reforma educativa inglesa que contempla la introducción del chino como tercera lengua extranjera. Se trata de un mercado de "1.500 millones de habitantes, mientras que el castellano y el inglés no llegan a 1.300 millones", precisó Font de Mora. Siguiendo la "estela" de Gordon Brown, el consejero valenciano apostó por el chino como "una materia optativa" de la ESO desde el curso 2010-2011.

¿Profesorado? "Todavía no hay", confirman fuentes oficiales. "Pero estamos en contacto con la Embajada de China". En este momento, según cifras de la consejería, "unos 500 alumnos en toda la Comunidad Valenciana estudian este idioma en las diferentes escuelas oficiales".

La apuesta de Font de Mora, lanzada siempre al margen de los cauces institucionales de información, ya no cogió por sorpresa a la comunidad educativa, acostumbrada a anuncios estrella disfrazados de "planes experimentales". "Es el mismo conseller que no ha sido capaz ni de contratar a los profesores de inglés necesarios", ironizó Ángel Luna, el portavoz socialista en las Cortes, en abierta referencia al publicitado "plan de enseñanza multilingüe" prometido en diciembre del que áun "no hay nada".