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Reportaje:

La ciudad "no motorizada"

La Semana de la Movilidad Sostenible revela la necesidad de un urbanismo metropolitano que favorezca el transporte público y haga superfluo el coche

"El uso de modos de transporte alternativos también depende de la voluntad y el convencimiento de las personas", señaló Vicente Dómine, el miércoles, ante varias decenas de esforzados universitarios que respondieron bajo la lluvia a una de las convocatorias con motivo de la Semana Europea de la Movilidad Sostenible. El colectivo estudiantil Conciencia Crítica organizó una marcha ciclista para pedir la conexión mediante carril-bici del campus de Burjassot de la Universitat de Valencia con la ciudad y el resto del área metropolitana (una petición avalada por más de 2.000 firmas), y reunió después a un geógrafo, un urbanista y representantes políticos en una mesa redonda. Dómine, director general de Transportes y Logística de la Generalitat, criticó que las universidades, pese a los discursos a favor del medioambiente, "piden más plazas de aparcamientos gratuitos". "En los campus se siguen construyendo aparcamientos subterráneos", añadió. "Percibo cierta hipocresía de la comunidad universitaria en este tema".

"Vamos poco en bici pero andamos muchísimo", dice Vicente Dómine
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Dómine, que recordó que la Generalitat tiene una inversión global en estos momentos de 1.700 millones de euros en transporte público y repasó algunas de las 54 actuaciones de su departamento en relación con los desplazamientos de peatones y ciclistas en el área metropolitana de Valencia, insistió en que "el problema no son las infraestructuras, sino que la gente toma sus decisiones". Y aseguró que, aunque los españoles han llegado tarde a la cultura de la sostenibilidad, tienen ventaja en algunos aspectos frente a los ciudadanos europeos que a veces sirven de modelos.

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"Vamos poco en bici pero andamos muchísimo", puso como ejemplo, antes de apoyarlo con datos: "El 72% de los desplazamientos en Benidorm se hace a pie, el 55% en la ciudad de Castellón y un porcentaje muy importante en la ciudad de Valencia".

La Estrategia Española de Movilidad Sostenible, inspirada en el Libro Blanco del Transporte de la UE, incide en las cuestiones a que se refirió Dómine, es decir, la promoción del transporte público y su interconexión, así como el fomento de "la movilidad no motorizada". Pero también en otras, como la ordenación del territorio y la promoción de un "urbanismo de proximidad" que facilite el uso de medios de transporte alternativos al automóvil.

Josep Vicent Boira, profesor de Geografía de la Universitat de València y autor, junto a Evarist Almudéver, de un análisis de la movilidad en el área metropolitana de Valencia con atención específica a la comarca de L'Horta Sud, habla del "tercer carril como metáfora", en alusión a la presión para que se construyan carreteras con mayor capacidad.

"En cinco años, la cifra de vehículos ha aumentado más que la población", explica, "y se alcanzan tasas del 20% de motorización que no son sostenibles". Boira apunta que no se trata sólo de mejorar los transportes públicos (en L'Horta Sud hay un núcleo de población sin oferta alguna y tres que sólo disponen de autobús), sino de reducir los desplazamientos obligatorios.

Para reducir las cifras de 2,4 desplazamientos por persona al día en el área metropolitana, hay que actuar en la ordenación del territorio. Se trata de evitar que la gente tenga que usar su vehículo para ir al trabajo, a comprar, al cine... Boira aboga por "un modelo urbanístico que evite la zonificación y apueste por la ciudad compleja, de actividades mezcladas, compacta y plurifuncional".

En opinión de este especialista, "el área metropolitana necesita un plan estratégico que tenga en cuenta las conexiones transversales alternativas al modelo radial de transporte centrado en la ciudad de Valencia".

La exigencia de una coordinación de los crecimientos urbanos y sus redes de transporte se ha puesto también de manifiesto en el debate en torno al nuevo plan general de Valencia. Vecinos, ecologistas, expertos en movilidad y la oposición socialista insistieron el año pasado en la necesidad de dar un enfoque metropolitano al documento, que se limita básicamente a citar los planes de carreteras y líneas de metro de la Generalitat y a rematar los bordes urbanos con otros municipios. El plan proclama que debe recuperarse el espacio público frente al "predominio del coche privado", potenciar el transporte público y "favorecer modos de transporte más limpio". Pero no va más allá, por lo que el debate ha resurgido con motivo de la Semana de la Movilidad, que ha arrancado con polémica por la decisión del Ayuntamiento de Valencia de adelantar el Día Sin Coches del martes a hoy domingo para evitar el cierre de calles en día laborable y hacerlo coincidir con el Día de la Bicicleta.

Los actos y charlas organizados por los distintos colectivos coinciden también en pedir al Ayuntamiento una política decidida por la movilidad sostenible. La ciudad no tiene plan de movilidad, que creen necesario los vecinos y otras entidades, así como el grupo socialista. "Habría que sentar a todo el mundo para coordinarlo porque lo que tenemos ahora es la movilidad del coche, y aún eso con dificultades", apunta Carmen Castelló, vocal de la directiva de la Federación de Asociaciones de Vecinos. "Cada vez es más necesario", abunda el concejal socialista José Luis Ábalos. Demasiados coches para tan poco aparcamiento, deficiencias en la coordinación de autobuses y metro, carriles bici a ninguna parte, barreras arquitectónicas..., las quejas son múltiples.

La planificación urbana prima el coche y la premisa debe ser que circulen menos vehículos porque haya transporte alternativo, con los servicios bien repartidos, de modo que las distancias sean cortas y favorezcan la opción de dejar el coche en el garaje, opinan vecinos y colectivos.

El concejal de Circulación y Transportes, Alfonso Novo, se defiende: "Seguro que hacemos más acciones para coordinar la movilidad que algunas ciudades que dicen que tienen un plan específico. Ahora, por ejemplo, estamos haciendo con la Entidad de Transporte Metropolitano un estudio con encuestas sobre la movilidad del área metropolitana".

El Consistorio, además, destaca que hay un plan de aparcamientos en marcha; se está mejorando la red de carriles bici; el alquiler público de bicicletas se adjudicará en breve; y las rutas de la EMT "se analizan permanentemente". Novo apunta también que se han introducido las ciclo calles, zonas de velocidad máxima de 30 kilómetros por hora en las que tienen preferencia las bicicletas. Las calles y plazas peatonalizadas en el centro alcanzan la cincuentena. Y pendientes de estreno y recogidas en el borrador de una nueva ordenanza están las zonas naranjas de aparcamiento para residentes, que comenzarán a aplicarse en Ciutat Vella.

CARLES FRANCESC

'Bicis al tren', por la movilidad sostenible

Un tren de pega. Bicicletas de verdad. Con estos ingredientes, el colectivo Valencia en Bici organizó ayer un acto reivindicativo en la calle de Játiva de Valencia, frente a la estación del Norte. Era un tren de chapa fabricado a propósito y con todas las prestaciones para que los usuarios que viajan con bicicleta en el tren lo puedan hacer "sin problemas", como muestra la imagen. La acción se enmarca en la Semana Europea de la Movilidad Sostenible -que hoy incluye el día de la bicicleta y sin coche en la capital-, que revela la necesidad de un urbanismo metropolitano que favorezca el transporte público y que haga superfluo el coche.

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