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Reportaje:

A la cola en deporte escolar

La inversión pública para competiciones de alumnos es de 1,7 euros por niño

Los niños españoles son los europeos que practican menos ejercicio en horario extraescolar, según datos de la Unión Europea. En apenas dos décadas, el número de chavales españoles obesos se ha triplicado hasta superar el 16%, de acuerdo con el Ministerio de Sanidad. Pero estos datos poco parecen importar a la Generalitat a tenor de la financiación consignada al deporte escolar, a las actividades físicas y competiciones, que se celebran fuera del programa de la asignatura de Educación Física.

El Consell dedica 240.000 euros el programa de Juegos Deportivos de la Comunidad Valenciana, destinado a la promoción de las competiciones para niños y adolescentes de entre 7 y 18 años, según revela el PSPV. "La inversión por niño es de 1,7 euros. Resulta vergonzoso que el gobierno valenciano se vanaglorie al decir que 100.000 niños participan en esta competición cuando representa el 10% del total de alumnos escolarizados", denuncia la diputada socialista Jeannette Segarra.

"¡La Generalitat ni siquiera nos envía balones y colchonetas!"
Solo el 13% de los municipios participan en juegos escolares

La consejera Trinidad Miró contesta que la Generalitat invierte un millón de euros en este concepto. "Algo rotundamente falso", aseguran tanto Segarra, como técnicos de la Administración valenciana.

Con todo, y aun con la hipotética cifra del millón de euros como referencia, la Comunidad Valencia ocupa el furgón de cola en el deporte escolar. El gobierno de Esperanza Aguirre dedica en Madrid 22 millones de euros al mismo concepto; Andalucía, más de 15; Cataluña, cerca de 10; Galicia, cuatro; Extremadura se aproxima a los tres y Navarra dedica más de dos millones de euros. La noción de deporte escolar en esos territorios es mucho más plural y engloba partidas ignoradas aquí, tales como una asignación presupuestaria para dinamizadores deportivos en colegios e institutos; un plan de apertura de las instalaciones deportivas de los centros docentes en horario extraescolar; un programa de detección de talentos deportivos y actividades que contemplan desde formación a padres hasta la educación alimenticia y en valores deportivos a los niños.

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Un gestor de deportes de la Administración que prefiere conservar el anonimato asegura: "El modelo de juegos deportivos escolares valenciano, podría considerarse un sucedáneo del programa que en su día, propuso el régimen franquista. En 1995 el entonces gobierno autonómico socialista destinaba 50 millones de las antiguas pesetas (300.000 euros), más que en la actualidad, aun cuando tenía que atender una población inferior".

La prolongada ausencia de gasto público desmantela el deporte escolar valenciano. De acuerdo con el principal partido de la oposición, sólo el 13% de los municipios valencianos (es decir 58 de los 458) se acogen, a través de sus ayuntamientos, a participar en las competiciones escolares, puesto que este capítulo supone un dispendio más para las ya malogradas arcas de las corporaciones locales.

El mismo gestor deportivo revela que el número de participantes mengua progresivamente. De los 109.484 niños del curso 2000-2001, se pasó a 99.765, cuatro años después. Y desvela que "la cifra de chavales en los juegos escolares ni siquiera llega a los 100.000, porque nos dicen que la hinchemos contando, por ejemplo, las participaciones y no el número participantes. El número se aleja y mucho del objetivo de los 500.000 chavales que prometieron".

Rafael Tylko, jefe del departamento de Educación Física del IES Lluís Vives de Valencia, el centro más antiguo de la ciudad y uno de los más céntricos, confirma que las actividades extraescolares deportivas que se realizan en el instituto son posibles por la mediación de la junta directiva y con el dinero del AMPA, que paga a los monitores. "¡Cómo vamos a recibir dinero para actividades extraescolares cuando la Generalitat ni siquiera nos envía los balones y colchonetas que reclamamos cada año!", reprocha el profesor.

Su homólogo en el IES Joan Fuster de Sueca, Manolo Conca, sería partidario de ofrecer actividades deportivas en horario extraescolar a través de un profesor complementario al que imparte la asignatura de Educación Física. Como esto no es posible, su instituto hace un campeonato y una liga de pilota, que él organiza al margen de su horario laboral y subvencionado por el AMPA del centro. "Si contáramos con alguna ayuda económica y humana podríamos implantar más actividades", lamenta.

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