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Entrevista:ESTEBAN MORCILLO | Rector de la Universitat de València

"La decisión del Ministerio de Educación genera perplejidad"

Ignacio Zafra

Esteban Morcillo (Oliva, 1951) rector de la Universitat de València, responde a la entrevista 24 horas después de obtener el Campus de Excelencia Internacional con VLC Campus, proyecto compartido con la Politécnica y el CSIC. El consenso alcanzado mostró, sin embargo, su fragilidad justo después de conquistar el sello, con el anuncio de que la Politécnica se presentará sola el año que viene.

Pregunta. La unidad de las universidades ha durado muy poco.

Respuesta. No tengo ninguna razón para pensar eso. Las dos universidades y el CSIC estamos unidos en un proyecto conjunto, el VLC Campus. Un proyecto muy trabajado por equipos de ambas universidades que han establecido relaciones muy estrechas. Ese proyecto ha recibido la distinción de Campus de Excelencia Internacional y está en marcha. Otra cosa es que, a la vista de que este año algunas propuestas individualizadas, de universidades que ya tenían el sello, han recibido un segundo reconocimiento, el rector [de la Politécnica] Juan Juliá plantee que el año que viene hará lo mismo. Pero hay que esperar a la convocatoria. Y no tengo duda de que vamos a ejecutar VLC Campus y va a ser muy positivo.

"Había prisa porque lo que estaba en juego era nuestro prestigio"
"Lapiedra, como ex rector, puede hablar en términos que un rector no puede"

P. El año pasado el ministerio instó a la agregación y este año ha premiado proyectos individuales. ¿No genera eso confusión?

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R. Si no confusión sí ha provocado perplejidad. No pongo en duda la capacidad del ministerio de otorgar los reconocimientos que considere oportunos, porque me faltan elementos de juicio. Pero quizá hubiera sido mejor optar por un reconocimiento a especificidades dentro del sello ya reconocido, en vez de dar la impresión de que se repite un segundo sello con la misma denominación. Ha creado dudas porque no se ha explicado bien, y porque desde el primer momento el programa se creó como una estrategia de agregaciones, no de desagregaciones.

P. ¿La Universitat de València también irá por libre?

R. La confusión se da en el término ir por libre. Tenemos un compromiso los dos rectores con el CSIC de desarrollar conjuntamente el VLC Campus. Adicionalmente a su desarrollo, que es una gran noticia, y a la vista de los resultados de esta convocatoria, no podemos dejar de estudiar alguna línea de fortalecimiento, de especificidad de la Universitat de València para presentarla a una tercera convocatoria, si la hay.

P. A las universidades catalanas les ha ido muy bien en el programa de Campus de Excelencia. ¿A qué cree que se ha debido?

R. El sistema universitario catalán y en particular la Universitat de Barcelona, la Politécnica, la Pompeu Fabra... son grandes universidades y hay que felicitarlas. Pero ese mismo argumento se podría volver en contra. Buscando cohesión territorial y buscando potenciar aspectos que lo requieren, el sistema público valenciano es espléndido. No solo las dos grandes universidades, sino las de Alicante y la de Castellón, damos muy bien en los rankings, estamos próximos al sistema catalán y debiéramos haber recibido más fondos y más reconocimiento.

P. ¿Han hecho algo mal los valencianos, como afirmó el delegado del CSIC, José Pío Beltrán?

R. Es conveniente analizar los resultados, pero, al menos en la Universitat de València, no nos podemos autoacusar de haber hecho las cosas mal.

P. Llama la atención que se quejen tanto de que el sello llega un año tarde los mismos rectores que aceptaron sin queja, por ejemplo, que la Generalitat aplazara 14 años el pago de los 900 millones de euros que les debe.

R. Las universidades públicas son muy celosas de su prestigio. Y lo que ha estado en juego desde el principio en esta convocatoria es el prestigio. Desde el ministerio siempre se ha dejado claro que lo que se valoraba como Campus de Excelencia no eran las universidades, sino un proyecto. Pero la denegación se sentía como la denegación de la excelencia de la universidad. Y eso dolía mucho. De ahí las prisas por recibir un reconocimiento que se creía merecer.

P. El ex rector y profesor emérito Ramon Lapiedra decía hace poco que la situación del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y de los presidentes de las diputaciones de Castellón, Carlos Fabra, y Alicante, José Joaquín Ripoll, sería insostenible en una universidad, dadas las graves acusaciones de corrupción que pesan sobre ellos. ¿Lo comparte?

R. La ventaja de ser un ex rector, y tan querido como Ramon Lapiedra, es que puede hablar en términos que un rector, que tiene que ser responsable institucionalmente no puede. Lo que sí puedo respaldar es que en una universidad como la nuestra, hemos de extremar las medidas que garanticen una transparencia y una rendición de cuentas completas. Y en consecuencia nos gusta que no haya ninguna situación ni siquiera de presunción en este ámbito.

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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