Un escaño muy familiar

Después de encadenar siete legislaturas seguidas con un puesto en la Cámara Alta, el político y empresario benidormense Miguel Barceló, de 84 años, asistió ayer a su última sesión en el Senado como cargo público. Volverá el próximo martes para presenciar cómo su nieto, Agustín Almodóvar Barceló, de 30 años, recoge su testigo. Tomó posesión en 1986 y ha sido protagonista de la vida política de Benidorm, la Comunidad Valenciana y España, siempre desde un papel secundario pero clave.

Barceló, suegro de Eduardo Zaplana, fue su mentor en los noventa, y ha sido uno de los responsables de apuntalar la figura de Francisco Camps en la provincia de Alicante en los últimos años. Barceló situó a Zaplana como candidato a la alcaldía de Benidorm en 1991 por el PP, en una lista de consenso de todos los grupos conservadores anteriormente enfrentados. Tras una moción de censura que aprobó, acompañó a su yerno en su fulgurante ascenso a la Generalitat y al Gobierno. En 2005 anunció su retirada, coincidiendo con la decisión de su hija, la edil Ángela Barceló, de optar a la presidencia del PP en Benidorm. El apoyo del entorno de Zaplana a su rival en la contienda, la entonces consejera Gema Amor, provocó el enfrentamiento directo con José Joaquín Ripoll. Barceló apostó entonces por defender a Camps en Benidorm, cuando el zaplanismo daba sus últimos coletazos, consciente de que sólo así su hija podría salir reforzada. Aunque ganó Amor la presidencia, la alianza con Camps dio frutos y éste le premió con un puesto en el comité electoral regional que modeló la lista local desde la que castigó a las personas próximas a su yerno y a Amor. Su hija logró la primera tenencia de alcaldía en el Ayuntamiento y acta de diputada autonómica. Además, logró que Angélica Such, hija de su amigo el ex alcalde de Benidorm por UCD José Such, sea consejera. Agustín Almodóvar Barceló, presidente en Benidorm de Nuevas Generaciones, era reserva en la lista del PP al Senado en los comicios de marzo de 2008.