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El viento desata el fuego

El fuego calcina en dos días más de 1.100 hectáreas

Cientos de bomberos, brigadas y soldados participaron en la extinción

Los dos incendios más pavorosos declarados este fin de semana, avivados por el temporal de fuerte viento, quedaron ayer bajo control. El saldo de daños de estos dos días de pesadilla ha sido de unas 1.100 hectáreas calcinadas -la mayoría de pino y matorral bajo-, un fallecido el sábado en Aigües de Busot, varios heridos y miles de desalojados de las urbanizaciones amenazadas por el fuego en La Nucia, Finestrat y Benidorm.

En estos municipios alicantinos, el incendio arrasó 1.006 hectáreas, según una primera valoración de la Generalitat, la mayoría superficie forestal. En las labores de extinción participaron cientos de bomberos, brigadas forestales de la Generalitat y las diputaciones provinciales y medio millar de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME). La Comunidad de Madrid envió además unos 60 bomberos y brigadas forestales y doce vehículos para auxiliar a la Generalitat. La caída de un poste eléctrico parece la causa del incendio.

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El fuerte viento impidió intervenir a los medios aéreos el sábado, lo que dificultó sobremanera las labores de extinción. A primera hora de la mañana la lucha contra el fuego llegó por aire, y en pocas horas la situación quedó bajo control. Diez medios aéreos estuvieron durante todo el día refrescando la zona calcinada.

La caída de los cables de alta tensión de la red de Iberdrola dejó a más de 20.000 abonados de la provincia de Alicante sin suministro eléctrico.

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Unos kilómetros más al norte, ya en la provincia de Valencia, otros 200 efectivos, entre bomberos, militares, brigadas forestales y guardias civiles, daban por controlado el siniestro que afectaba desde la tarde del sábado a las poblaciones de Barxeta y Benigànim. El consejero de Gobernación, Serafín Castellano, reconoció que se conocía el punto exacto donde se originó el fuego -aunque no lo precisó-, pero no confirmó si fue provocado.

Otro siniestro en L'Alcora (Castellón), de menores proporciones, quedó dominado ayer tras consumir otra decena de hectáreas.

El viento no sólo asoló tierra firme. La Cofradía de Pescadores de Valencia reclamó ayer la creación de un fondo estatal destinado a paliar los daños provocados en la flota por el temporal. Las embarcaciones no han podido salir a faenar, lo que, según el presidente de la cofradía, José Ramón Domingo, les ha ocasionado unas pérdidas de 30.000 euros diarios. Este año han dejado de trabajar a causa de los temporales unos 15 días. "Es urgente que el Gobierno central cree un depósito con fondos para compensar los daños de este tipo de situaciones".

Poco a poco la normalidad volvió a las ciudades valencianas. En Valencia, la policía local abrió ayer domingo al tráfico las calles adyacentes al hotel Hilton, cortadas el día anterior por el desprendimiento de placas de mármol del tejado y la fachada del establecimiento hotelero.

"Esto parecía la guerra"

El fuego en La Costera se quedó entre montañas. Localizado en un paraje forestal -de pino joven y monte bajo-, las 90 hectáreas calcinadas se cebaron con el municipio de Barxeta y afectaron "a dos o tres campos" de Benigànim.

Algunos vecinos de Genovés, que al final se libró del fuego, se percataron del siniestro por el fulgor del fuego, que podía divisarse al fondo. Pero, sobre todo, llamaba la atención la sucesión de camiones de bomberos y del Ejército de Tierra que pasaron por la carretera principal. "Esto parecía la guerra", comentaba a mediodía de ayer un vecino de Genovés. "Había una cola de camiones, ambulancias, yo que sé..., de película", dijo subrayando la espectacularidad del dispositivo de extinción.

El viento, que el día anterior sopló a más de 100 kilómetros por hora, aflojó y permitió que las avionetas y los helicópteros refrescaran una y otra vez el perímetro del incendio desde primera hora de la mañana.

En el puesto de mando avanzado, encargado de coordinar los 225 efectivos destinados en la zona, Rafa estaba al frente de todo. "En este momento no hay fuego vivo, la cosa está en calma, pero tenemos que estar vigilantes por la evolución del viento", reconocía a las diez de la mañana. Ocho horas más tarde, el Centro de Emergencias dio por controlado el siniestro.

¿La causa? "No está tan clara como en La Nucia", reconoció Castellano. "La investigación está en marcha. En cuanto sepamos el origen, lo explicaremos".

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