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"No sé qué hacer con el Teatro Romano"

La consejera de Cultura dice que le "ha caído un marrón"

"No sé, no sé qué hacer con el Teatro Romano. Me ha caído un marrón". La consejera de Cultura, Trini Miró, fue incapaz ayer de decir cómo ejecutará la sentencia del Tribunal Supremo que obliga en el plazo de 18 meses a revertir las obras que realizaran en los años noventa los arquitectos Giorgio Grassi y Manuel Portaceli.

"No sé, no sé qué hacer con el Teatro Romano. Me ha caído un marrón". La consejera de Cultura, Trini Miró, fue incapaz ayer de decir cómo ejecutará la sentencia del Tribunal Supremo que obliga en el plazo de 18 meses a revertir las obras que realizaran en los años noventa los arquitectos Giorgio Grassi y Manuel Portaceli. "No sé, no sé", repitió varias veces al ser preguntada en la presentación de un cuadro de El Greco.

La consejera pidió "paciencia", pidió "tiempo" y excusó su falta de respuesta con un "no querrán ustedes que una cuestión que se remonta a diecisiete años tenga que dar una solución a un problema que se arrastra desde hace mucho tiempo".

A pesar de que el PP llevó en su programa electoral de 1995 la reversión de unas obras que aprobaron los socialistas cuando estaban al frente de la Generalitat y el Ayuntamiento de Sagunto, ahora, ni Miró, ni Vicente Rambla, vicepresidente de la Generalitat, ni Vicente Ferrer, vicepresidente de la Diputación y responsable de Cultura, han sido capaces de desvelar cómo.

El PP se enfrenta a numerosas críticas y está recibiendo la unánime opinión de arquitectos y profesionales del mundo del teatro en contra de que se intervenga en el monumento romano del siglo I. Ante eso, el Consell sólo es capaz de manifestar que no sabe qué hacer, y eso que el PP defendió incluso ante el Tribunal Superior de Justicia en 2003: que las obras eran perfectamente reversibles.

La junta directiva de la Asociación Valenciana de Empresas de Teatro y Circo (Avetid) calificó ayer de "retroceso cultural" la reversión de las obras. Por acuerdo unánime, el órgano de representación de empresas de teatro y circo acordó manifestarse ante la sociedad claramente en contra de una reconstrucción. Para ellos, "actualmente esta polémica no tiene sentido", afirmaron a través de un comunicado. "La reversión de las obras implica un retroceso en la proyección cultural de nuestra Comunidad, ya que nunca este espacio volvería a ser el que era, y muy posiblemente esta nueva intervención no haría sino agravar más aún su estado original". El colectivo empresarial considera: "El Teatro Romano de Sagunto es un icono de todos los valencianos, de nuestra cultura, de nuestra identidad y de nuestro pasado, lo mejor que puede plantearse es no volver a operar técnicamente sobre sus muros, viejos o nuevos". No entran a valorar la rehabilitación que en su día se hizo.

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