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Reportaje:

Un 'hip hop' de esencia mediterránea

Jóvenes grupos de músicos afianzan el 'rap' en Valencia con letras comprometidas con la huerta y abriendo camino al valenciano

"El hip hop valenciano es, en líneas generales, muy independiente. No tiene un sonido propio pero sí una actitud propia". La definición proviene de Jezie, rapero en solitario y miembro de una de las formaciones que más han ayudado a afianzar el género en la ciudad de Valencia: 13Pasos. Surgieron hace más de diez años y en la actualidad están en fase de animación suspendida. Han sido vitales para que Valencia desarrolle su propia música urbana. Un sonido que viene de la cultura afroamericana y que es de la calle y, por lo tanto, se nutre de lo que pasa en ella.

Alberto Ramos hace años que se convirtió en MC Alberto (MC, siglas de Maestro de Ceremonias, que hacen referencia siempre a la función "predicadora" del rapero). Es también el responsable del programa radiofónico MC Alberto en directo, que se emite desde hace diez años en Radio Funny. Un especialista en la materia que ha ha desempeñado un papel clave en la difusión de esta música en la Comunidad Valenciana. "El hip hop de aquí tiene un toque fresco, mediterráneo. En este género tienes que hablar de lo que vives y lo que sientes, expresarte a ti mismo, así que tu entorno siempre te influye". Jezie es del barrio de Sant Marcel.lí. "Allí somos todos muy nuestros", explica, "se nos llena el pecho cuando hablamos del barrio, quizá porque durante muchos años hemos estado separados de la ciudad. En mis canciones está presente el barrio pero también el Levante, UD, el expolio a la huerta, la omnipresencia del cemento..."

"El valenciano da más juego, tiene palabras más cortas y más musicalidad", dice Jezie

Meser fundó una asociación llamada VLZona para ayudar a difundir la cultura hip hop y dirige unos estudios de grabación, La Punta Estudios, en lo que queda de la zona de La Punta. También hace música y forma parte del grupo Nacidos de la Tierra, creado junto a la peruana Kasú y el británico Malakai. "En otras ciudades ha surgido un nombre que ha despuntado y ha ayudado a que otros artistas y grupos de esa misma cantera se hagan conocidos", explica Meser respecto a la proyección de la escena local.

"Aquí no ha habido un pez gordo que ayude a tirar de los demás. Cuesta trabajo hacerse hueco, pero no hay que dejar de trabajar ni desanimarse". Una de las canciones de Meser se llama Històries de L'Horta. "Quise hacerla en valenciano, era todo un reto. Cuando la canto en los conciertos la gente se vuelve loca, así que supongo que algún día me atreveré con un disco entero en valenciano". Quien de momento ha decidido usar su lengua vernácula para los rapeados es Jezie. "Hace un año grabé unas letras en valenciano. Me gustó el resultado. Es una lengua que da más juego, las palabras son más cortas y tienen más musicalidad. Y, sobre todo, me suena bien".

Anita forma parte del cuarteto femenino CDQ. Son de Mislata y también fueron pioneras en esta ciudad en lo que a rapear se refiere. Con ellas se quiebra el tópico de que este es un género de machos. "Lo que ocurre, explica Anita, es que en España no es común ver a mujeres haciendo rap. Nadie nos ha rechazado nunca por ser mujeres, todo lo contrario, despierta mucha curiosidad ver lo que hacemos. Por desgracia, en el mundo del espectáculo del género femenino se suelen esperar cosas que no tienen nada que ver con este estilo. Si un rapero sale, dice cuatro barbaridades y se rasca la entrepierna, todos le aplauden. A nosotras nos ha ocurrido que, por usar insultos en nuestras letras, nos han censurado". Comparte también con sus compañeros la teoría de que el hip hop de aquí tiene una "esencia mediterránea". "Además, en nuestras letras hablamos mucho de Valencia y de Mislata, aunque no las nombremos porque estamos hablando de nuestro día a día, de las dificultades del entorno y también de cómo divertirnos, todo ello sin dejar de estar pendientes de lo que sucede en el resto del mundo".

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De momento, el resto del mundo no parece desvivirse por el hip hop valenciano a pesar de su actividad y del creciente número de artistas que lo cultivan. Los grupos funcionan básicamente con maquetas y, salvo el paulatino impacto de Alberto Gambino, no parece que ninguno de sus representantes vaya a conseguir una repercusión inmediata a corto plazo fuera de la comunidad. MC Alberto cree que es simplemente una cuestión de tiempo que haya un asentamiento firme. "En este colectivo existe cierta cohesión y es fácil establecer comunicación, pero también se aísla con facilidad al receptor no deseado". Ese aislamiento no ha evitado que Meser o las CQD graben y autoediten sus discos o maquetas. Una vez más, las posibilidades de Internet contribuyen a que cada artista edifique su propio núcleo de fans divulgando su música y sus mensajes a través del ciberespacio. "Un sello", puntualiza Anita, "que lleva grabadas cuatro maquetas con CQD, lo que debe hacer es proporcionarte medios para que tu música suene, y promocionarte. Para hacer música no hacen falta grandes estudios y, por otro lado, se conocen muchos casos en los que una discográfica saca un disco y luego pasa de promocionarlo, por lo que los conciertos te los has de buscar tú. En definitiva, hay mucha calidad en las maquetas y prefiero ser dueña y señora de lo que hago a moverme al son que marquen otros".

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