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El hospital de Alzira obtuvo 25 millones por lucro cesante pese a sus elevadas pérdidas

Las cuentas de 2002 revelan unos números rojos de 2,67 millones de resultado neto

El hospital de Alzira perdió 2,67 millones en 2002, según informó ayer el diario Cinco Días. Pese a ello Sanidad cifró en 25 millones la indemnización por lucro cesante, el beneficio que dejaría de obtener al rescindir el contrato, cuando evaluó el rescate de la concesión, un paso previo necesario para sacar un concurso para gestionar no sólo el hospital, sino también los centros de salud de La Ribera. El precio total de esta indemnización, incluida la amortización de las instalaciones, fue de 69 millones. La misma unión de empresas que controlaba el centro ganó el concurso pero con condiciones mejoradas.

Sanidad decidió el año pasado extender el modelo de gestión sanitario elegido en la Ribera y además del hospital, ceder a manos privadas el control de los centros de salud. Para ello tuvo que romper el contrato que firmó con la unión de empresas (UTE) -Adeslas 51%, Bancaja y la CAM 45%, ACS-Dragados 2% y Lubasa 2%- que controlaba el hospital desde 1999. Sanidad valoró el rescate de la concesión en 69 millones de euros que tendría que pagar al conglomerado empresarial.

Esta suma la definió a partir de dos conceptos. Por un lado una compensación por la amortización prevista por la UTE de las inversiones realizadas -la construcción del hospital y la dotación de equipamiento-. En este sentido, un estudio elaborado por José Martín, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Granada, explica en un informe publicado en la Fundación Alternativas sobre el modelo Alzira que Sanidad reconoció que quedaba por amortizar 6/10 partes de la inversión. Es decir, los 43,994 millones de euros que la consejería incluyó en los presupuestos de 2003 bajo el concepto "Adquisición de centros hospitalarios". El segundo bloque de la indemnización eran los restantes 25 millones de euros, correspondientes a los beneficios que la UTE esperaba obtener de la explotación del hospital -entre ellos el pago por paciente que recibía de Sanidad-. Esta cantidad es la que figura como "indemnización para cubrir el lucro cesante" que figura en la memoria del grupo Adeslas y salieron del capítulo II de los presupuestos, aunque no se recogió explícitamente este concepto.

La suma de estos dos factores alcanza los 69 millones de euros fijados como precio de recompra del hospital por Sanidad para recuperar la concesión. Una vez retomado el control, Sanidad fijó en 72 millones de euros el precio que debería pagar el concesionario que quisiera gestionar tanto el hospital como los centros de salud, un concepto que denominó Cánon de Acceso. Adeslas volvió a obtener la concesión del nuevo concurso, por lo que apenas hubo movimiento de dinero real entre la UTE y la Consejería de Sanidad. La recompra -con los dos factores: la amortización de inversiones y el lucro cesante-, valorada en 69 millones y la concesión, con el pago de 72 millones, se anularon en una operación contable cruzada que dejó un saldo de tres millones favorables a Sanidad, según manifestó ayer.

Fuentes sanitarias señalaron a este diario que, pese a estos tres millones en favor de la Generalitat, la gran beneficiada de la operación fue la UTE ya que la nueva concesión le permitió mejorar las condiciones económicas del concurso anterior y tratar de enderezar unos resultados económicos negativos. El que fue el principal estandarte de la política sanitaria del Partido Popular -incluso la Ministra Ana Pastor se refirió al centro en la colocación de la primera piedra del futuro hospital La Fe el martes- y el modelo que se pretende aplicar en los futuros hospitales de Torrevieja o Dénia no acaba de levantar cabeza en lo que se refiere a su rentabilidad, como muestran los últimos resultados que ayer publicó el diario económico Cinco Días. El primer año de vida del hospital, la unión de empresas que lo gestiona perdió 1 millón de euros. El resultado neto mejoró ligeramente en 2000 con unos números rojos de 0,92 millones y de 0,45 en 2001. Sin embargo, en 2002, el último año que se mantuvo la fórmula de explotación sólo del hospital sin centros de salud, el resultado neto fue de -2,67 millones. Pese a estas pérdidas, Sanidad evaluó el lucro cesante en 25 millones de euros.

El nuevo contrato, mucho más favorable para Adeslas, aumentó el cánon anual que paga Sanidad por cada habitante de la Ribera de 225 euros a 379, además de actualizar esta cifra en función del incremento de Sanidad o alargar la concesión de 10 a 15 años, prorrogables a cinco más.

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