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"La intervención de la CAM tranquilizaría al mercado"

Pallardó defiende toda la actuación del Banco de España

Francisco Camps, presidente de la Generalitat, sugirió la semana pasada que "cualquier problema, cualquier circunstancia, cualquier perjuicio que puedan tener las cajas de ahorro son única y exclusivamente responsabilidad del Banco de España". Fue su forma de salir al paso de la ruptura del Banco Base, la marca del Sistema Institucional de Protección que debía agrupar a la CAM con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria, y que saltó por los aires el pasado 30 de marzo cuando las asambleas de los tres posibles socios de la caja alicantina rechazaron seguir adelante con el proceso de integración.

Pero Vicente Pallardó, director del Observatorio de Coyuntura Económica de la Universidad de Valencia, rompió una lanza ayer a favor del Banco de España. En un almuerzo con un grupo de periodistas defendió que el regulador alertó semana tras semana desde hace años de los riesgos que estaban acumulando las cajas de ahorro al concentrar "hasta el 60% del crédito en el sector inmobiliario, un sector propenso a las burbujas que, como tales, acaban por explotar". "¿Pero quién iba a limitar el crédito al sector inmobiliario en un momento en que todo el mundo estaba vendiendo una casa o colocando otra a su primo para comprar otra más cara? Se habrían producido manifestaciones a la puerta del Banco de España y, en algún caso, encabezadas por un político", describió Pallardó, "más aún en un país donde las sensibilidades territoriales levantan ampollas".

"No puede ser que el Santander sea la única opción para salvar los problemas"

Pallardó sentenció que, en la situación actual, cuando ha aflorado que las necesidades de financiación de la CAM son muy superiores a lo previsto "la intervención del Banco de España tranquilizaría a los mercados". "Sería mucho mejor que el Banco de España interviniera la CAM y cualquier otra en su situación, con independencia del coste que eso tenga, porque eso reduciría inmediatamente el spread [diferencial del interés que paga España respecto al bono alemán a diez años] de la deuda pública", añadió, "lo que genera incertidumbre es proponer una solución a los mercados y que, cuando se tiene que cerrar el acuerdo definitivo, salte por los aires".

El académico solo puso un pero a los movimientos del regulador financiero conocidos a través de la prensa. "El Banco de España debe velar por la solvencia del sistema, pero también por la competencia. No puede ser que la única opción que se baraje cuando una entidad financiera tiene problemas es venderla al Banco Santander. O a La Caixa. No podemos engordar siempre a los grandes porque acabaremos con la competencia", explicó.

Al margen de los problemas puntuales de la CAM, Pallardó recordó que los tipos de interés actuales son inusualmente bajos y que lo razonable sería que el Banco Central Europeo los subiera un cuarto de punto por trimestre a lo largo del presente ejercicio. Y que siga subiendo, incluso a mayor velocidad, el año siguiente. ¿Por qué? "La economía alemana está creciendo a la mayor velocidad de los últimos veinte años y los convenios se están negociando con aumentos salariales que oscilan entre el 5% y el 7% porque los trabajadores asumieron previamente rebajas de sueldo, pero todo eso genera unas expectativas de inflación que el Banco Central Europeo tiene gran empeño en enfriar", explicó Pallardó, "si los tipos de interés siguen al 1%, cuando históricamente lo normal es que ronden el 4%, es solo porque la Europa del Sur es incapaz de reaccionar ante la crisis".

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Las cuotas salvan su caída

La incertidumbre sobre el futuro de la Caja del Mediterráneo (CAM) tuvo su reflejo ayer en la cotización de las cuotas participativas que emitió la entidad en julio de 2008, una suerte de acciones que no generan derechos políticos. A lo largo de la jornada, el valor de las cuotas participativas llegó a caer cerca del 9%, la que habría sido la mayor caída de su historia bursátil. Pero a última hora, las cuotas remontaron ligeramente para cerrar la sesión con una caída del 5,7%.

Las cuotas participativas de la CAM se intercambiaban ayer a un precio de 5,8 euros por título. Prácticamente el mismo valor que tenía cuando se lanzaron al mercado en julio de 2008 y el valor se fijó en 5,84 euros por título.

La CAM es la única caja española que emitió en su día cuotas participativas para captar capital. El valor se ha comportado con notable estabilidad a pesar del ruido que rodea a la entidad alicantina. La ruptura del Sistema Institucional de Protección que debía agrupar a la CAM con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria por desacuerdos sobre las necesidades de capitalización de la entidad alicantina no es una buena noticia para los inversores.

Pero la peor jornada de la breve historia bursátil de la CAM sigue siendo la del 22 de marzo de 2010, cuando la caída de la cotización de las cuotas participativas fue del 7,7%. Eran los tiempos en que la Generalitat valenciana y la Xunta de Galicia defendían fusiones en el seno de sus respectivas autonomías mientras que el Banco de España, el Gobierno y el PP nacional apostaban por la integración de la CAM con Caja Madrid y Caixa Galicia.

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