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Una juez investiga la relación del GAV con sabotajes impunes

El Bloc lleva al TSJ un artículo en el que el grupo anticatalanista repasa actos violentos

Las primeras comprobaciones de la relación del colectivo anticatalanista Grup d'Acció Valencianista (GAV) con las 25 acciones que se atribuye en un artículo de la revista que edita a lo largo de los últimos 25 años ya están en marcha. La titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Valencia dirige la investigación, después de que la Fiscalía estimara posibles delitos penales tras la denuncia contra el GAV presentada por el Bloc.

Las páginas 30 y 31 de la revista que edita el GAV, de periodicidad incierta pero cuyo último número se publicó el pasado octubre coincidiendo con su 25º aniversario, recogen 25 acciones de sabotaje con las que ha tenido relación ese colectivo ultra de posiciones blaveras. Ninguna de ellas mereció en su momento castigo penal, la mayoría no fueron siquiera denunciadas y sólo tres investigadas.

En esa relación, el GAV obvia una acción por la que sí fue condenado, concretamente en la persona de quien ahora es su presidente, Manuel Latorre, después de que en la campaña de las elecciones generales de 1996 tres militantes del Bloc denunciaran haber sido víctimas de amenazas y lesiones por parte de miembros del grupo anticatalanista.

Ferran Puchades, secretario de organización del Bloc, dirigió a la Fiscalía del Tribunal de Justicia (TSJ) el pasado 27 de noviembre una denuncia en la que hace constar que la información del citado artículo podría suponer que el GAV incurrió en varios delitos relacionados con apología de la violencia y la discriminación por razones de ideología.

El fiscal jefe, Enrique Beltrán, admitió a trámite la denuncia y abrió diligencias de investigación penal que han derivado en el envío de la información al decanato de Valencia para que se a su vez lo remitiera a un juzgado, que ha resultado ser el 13.

El artículo en cuestión detalla acciones de sabotaje desde 1979. Entre ellas están la quema de una senyera en el balcón del Ayuntamiento de Valencia, el lanzamiento de huevos y tomates a miembros de la Acadèmia Valenciana de la Llegua (AVL), el lanzamiento de un artefacto casero a la ventana del domicilio de Sanchis Guarner -que fue investigado pero del que no se conoció el autor-, el boicot a conferencias de profesores de universidades catalanas y de Joan Fuster, o la destrucción de las ruedas de 80 autobuses de Barcelona que trasladaron a simpatizantes que participaron en la manifestación del 9 d'octubre de 1992.

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El GAV emitió ayer un comunicado en el que tacha la denuncia del Bloc de "electoralista" y asegura que en ningún momento se ha manifestado autor material de los hechos, aunque asuma cierta responsabilidad política.

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