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El juzgado no encuentra a los empadronados en Cabanes

María Fabra

Las citaciones del juzgado para tomar declaración a los nuevos empadronados en el municipio castellonense de Cabanes han resultado infructuosas. El juzgado número 3 de Castellón tenía previsto ayer interrogar a algunos de los vecinos que fueron dados de alta en el padrón y en el censo municipal antes de las elecciones autonómicas y locales de 2007. Sin embargo, nadie ha podido encontrarlos en las viviendas que, según los documentos oficiales, se convirtieron en sus domicilios poco antes de los comicios. La aparición de una treintena de nuevos vecinos en el censo fue denunciada por el concejal de Iniciativa, Carles Mulet. Ahora, el juzgado investiga la posible manipulación del censo y ha imputado al alcalde del municipio, Artemio Siurana (PP), ante un posible delito de fraude electoral.

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El titular del juzgado había llamado a declarar a siete personas empadronadas en una misma vivienda, en la Ribera de Cabanes, cuyo propietario es un dirigente del PP que, supuestamente, les alquiló la casa. Sin embargo, todos los intentos del juzgado para localizarlos en el domicilio han sido infructuosos y ayer no acudieron a declarar.

Tan solo se presentó una mujer que ya reconoció en anteriores diligencias que su empadronamiento había sido irregular. Este no es el primer caso en el que la investigación de la presunta manipulación de censos electorales en municipios de la provincia se topa con la imposibilidad de tomar declaración a los "nuevos vecinos". Tras la apertura de diligencias por irregularidades detectadas en Fanzara, Argelita, Vall d'Alba, Sant Jordi, Montanejos, Cabanes, La Salzadella y Santa Magdalena del Pulpis, entre otros, el fiscal jefe de Castellón, Javier Carceller, ya admitió en febrero la dificultad de encontrar a quienes, según habían dicho, residían en las viviendas de los municipios en los que votaron. Carceller adujo que los requerimientos a la policía para la localización de los supuestos falsos empadronados no estaban dando frutos. "Los involucrados dejan de recordar y de existir", llegó a afirmar. "Hay gente que intentamos localizar y no sabemos dónde está, y no estamos diciendo que sea verdad o sea mentira, simplemente que no los encontramos", añadió.

En el caso de Cabanes, la Audiencia reabrió la investigación tras detectar solicitudes de alta en el padrón sin firmar, entre ellas "al menos una, con una firma falsificada". Además, ninguna de las solicitudes cuenta con la preceptiva firma del secretario.

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