Contra el maltrato desde la escuela

La educación en igualdad es algo que se ha de aprender desde edades muy tempranas y supone un importante antídoto contra futuros comportamientos agresivos de corte machista.

Por ello, una de las principales reivindicaciones que la Plataforma Feminista de Valencia plantea a la Generalitat es que se implique en esta tarea desde las edades más tempranas de la educación escolar. "Existe una laguna impresionante en este campo", apunta Encina García, portavoz de la plataforma, "autonomías como la madrileña o el País Vasco cuentan con materiales educativos específicos y aquí no hay prácticamente nada". Y ello a pesar de que la Ley Integral contra la Violencia de Género establece la necesidad de formar en esta cuestión tanto en Infantil, como en Primaria, Secundaria e incluso en la escuela de adultos.

Encina García denuncia que no existe formación específica relativa a violencia sobre las mujeres "ni criterios de observación de la violencia que se ejerce sobre las niñas, y como consecuencia no se toman medidas ni en centros ni por parte de la Administración".

Fuentes de Educación apuntaron a este diario que esta materia se imparte de forma transversal, "como la educación vial o la sexual" y que "de forma autónoma, los centros organizan actividades". Donde están más extendidas es en los institutos. Borja Sanz, un alumno de 19 años del IES Campanar de Valencia experto en mediación, recuerda a una pareja de estudiantes que después de haber cortado se insultaban en los pasillos o se avergonzaban uno al otro. "Es habitual entre alumnos de 1º y 2º de ESO", explica Borja. ¿Qué fue de la pareja? "Nunca volvieron juntos, pero ya se pueden ver sin necesidad de agredirse"."Creí que me iba a pegar y salté yo antes a pegarle", confiesa otro estudiante de 12 años del IES Campanar, durante el cursillo práctico para formar alumnos en mediadores de sus propios conflictos escolares o personales. El grupo está formado por dos "mediadores" y dos "observadores". De manera que una de las alumnas experimentadas recuerda al resto que a la hora de interrogar "no se puede juzgar, sólo preguntar". El toque hace mella en la observadora que cambia de táctica a la hora de interrogar al supuesto agresor. "¿Cómo te habrías sentido, si fueses tú al que le hubieran pegado?" La respuesta del implicado en esta fase es parca: media sonrisa, ligero enrojecimiento de cara y un suave encogimiento de hombros y cabeza.

Javier Agustí, el psicólogo de este instituto, dedica cada inicio de curso un par de semanas a la formación de alumnos de 1º de ESO en las técnicas de mediación en las aulas. "Primero, les enseño a reconocer los elementos del conflicto; segundo, a diferenciar entre el conflicto y la resolución violenta de conflictos. Y tercero, a aprender que el conflicto es algo inherente a las relaciones personales". Es decir, que tendrán que lidiar con ello siempre.

Pero el orientador se anticipa también a los problemas propios de la adolescencia. Y para evitar situaciones de machismo -en una etapa en la que ya empiezan a tener relaciones afectivas- busca "sensibilizar" a los jóvenes para prevenir la violencia de género contra las mujeres. "En el instituto se hacen, incluso, campañas por San Valentín, donde ellas llevan la iniciativa", explica.

La figura del mediador se estrenó el curso 2003-2004. Seis años después se ha consolidado como una herramienta clave para prevenir el acoso y la violencia física o verbal en los institutos públicos. El IES Benlliure de Valencia -centro líder en programas de mediación junto a una treintena de institutos de la provincia- organiza en diciembre el sexto encuentro anual de alumnos mediadores. Tras varios años de experiencia "se ha demostrado que la mediación es muy buena para la prevención de conflictos y mejora mucho la convivencia de los centros, porque aprenden a conocer cosas que no conocían de sí mismos", sostiene.