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Columna
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Las manifestaciones del PP

Desde que Zapatero accedió a la presidencia del Gobierno, el Partido Popular le ha cogido gusto a las manifestaciones. Tiene todo el derecho. Manifestaciones cuyo objetivo es el mismo: derribar al Gobierno que preside Zapatero. Es lo que ha sucedido, una vez más, en la manifestación del pasado sábado. La pancarta que la encabezaba decía lo siguiente: "Por la libertad. Derrotemos juntos a ETA. No a la negociación". Pero los gritos de los asistentes y los discursos se centraron en criticar duramente a Zapatero. El presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), señor Alcaraz, lo hizo con estas palabras: "Señor Zapatero, rendirse a los pies de ETA es de cobardes e irresponsables ya que, entre otras cosas, los actos de estos asesinos serían justificados por nuestro Estado de Derecho. A ETA se la vence, no se la convence". ¿Y cuándo se ha "rendido a los pies de ETA" el presidente Zapatero? ¿Nos lo podría decir el señor Alcaraz? Porque el presidente Zapatero no ha hecho nada de lo que hizo Aznar en 1998, cuando estaba en la Moncloa. Lo he recordado otras veces: Aznar prometía a ETA, en una primera fase, "el acercamiento de los presos a las cárceles vascas, la concesión de terceros grados y, finalmente, ¡indultos!". Días después se reafirmaba en su propuesta declarando estar dispuesto "al perdón y la generosidad". ¿Ha oído alguien al presidente Zapatero prometer algo semejante? Y sin embargo, el presidente Aznar acudió a la manifestación del sábado a protestar contra Zapatero y a hacer declaraciones dando lecciones de cómo se ha de tratar a ETA. ¡Vaya por Dios!

El presidente del Foro de Ermua, Mikel Buesa -autor de la convocatoria con el apoyo del PP y de la COPE-, en su intervención al final del acto, se preguntaba por qué el presidente Zapatero no estaba presente en la manifestación. Pero vamos a ver ¿aquí a qué jugamos? Se convoca una manifestación con el fin de sacudirle al presidente Zapatero hasta en el carné de identidad, como ya se ha hecho costumbre en este tipo de convocatorias, y el señor Buesa se lamenta y critica su ausencia.

Junio de 2005. El presidente Zapatero había convocado a los representantes de las distintas asociaciones de víctimas del terrorismo de ETA para explicarle su política frente al terrorismo y conocer sus opiniones. Y a la cita acudió el señor Alcaraz presidente de AVT. Advirtiendo que lo hacía por "cortesía". Al salir de la entrevista y en declaraciones a la prensa dijo que había visto a Zapatero dispuesto a negociar con ETA y le acusó de hacer concesiones políticas a los asesinos. Es decir, la misma cantinela que venía repitiendo el PP y su equipo mediático. No importa que el presidente Zapatero le explicase que de acuerdo con la resolución aprobada por el Congreso sólo sería posible el diálogo si previamente ETA abandonaba las armas. El señor Alcaraz hacía oídos sordos. Había que marear la perdiz. El señor Alcaraz se limitó a decir lo que marcaba el guión del PP: transmitir a la opinión pública que Zapatero estaba dispuesto a ceder ante ETA mediante concesiones. Como así ha venido siendo desde entonces. El PP y sus apoyos mediáticos ya habían decidido convertir al presidente de AVT, José Francisco Alcaraz, en un personaje importante para aprovecharlo en su campaña de acoso y derribo al presidente Zapatero. Y en eso estamos.

El 13 de enero pasado, CC OO, UGT y la Federación de Ecuatorianos

Convocaron una manifestación en Madrid bajo el lema "Por la paz y contra el terrorismo", con motivo del atentado en el aeropuerto de Barajas que segó la vida a los dos ciudadanos ecuatorianos. El presidente del PP, Mariano Rajoy, dijo que él no acudiría a esa manifestación si no se incluía la palabra "libertad". Los convocantes aceptaron la propuesta incluyendo "libertad" en la pancarta. A pesar de lo cual, Rajoy se negó a estar presente en aquel acto. Sí lo estuvo en la manifestación del pasado sábado.

A la que por cierto, también acudió el presidente de la Generalitat valenciana, señor Camps. Quiso dar su apoyo a las víctimas del terrorismo, olvidándose que aquí, en Valencia, también tenemos víctimas. No del terrorismo sino de un accidente en el metro de Valencia en que fallecieron 43 personas. Sus familiares que forman la Asociación de Víctimas del Metro se manifestaron a las puertas de la Generalitat en protesta porque el presidente Camps no les recibe. Pero el molt honorable estaba en esos momentos en Madrid, apoyando a otras víctimas. Su despacho estaba vacío.

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