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Más de medio centenar de colegios carecen de educadores especiales

La Generalitat 'congela' una partida de 1,4 millones y deja sin cubrir 70 plazas

Poco antes de llegar a la flamante Ciudad de las Artes y las Ciencias está el colegio público Prácticas-Magisterio de Valencia, donde desde el inicio de curso, en septiembre pasado, esperan la llegada de un educador para atender a dos niños con necesidades especiales: uno con retraso psicomotor y del lenguaje y otro con insuficiencia renal crónica. "Las deficiencias motoras hacen imprescindible un acompañante permanente en clase para evitar episodios de disrupción continua en el aula; llevar a cabo el tratamiento médico continuado -a veces, de urgencia hospitalaria-; intervenir en los momentos de hiperactividad del niño, que afectan al resto de la clase; o ejercer la vigilancia en las comidas", explican varios padres de la clase afectada.

Hay casos extremos como el Óscar Esplà con 1 educador para 10 niños autistas

La petición de un educador por parte de la dirección del colegio está hecha desde el año pasado. Y autorizada por el inspector de zona, sostienen. Pero el especialista no ha llegado. En la misma situación, según confirman fuentes de la Consejería de Educación, se encuentran hasta 70 especialistas más. Se trata de educadores especiales y fisioterapeutas para cubrir las sustituciones y los puestos de nueva creación aprobados por la Administración educativa en 2007, "pero cuya autorización presupuestaria depende de la Consejería de Hacienda", especifican. El departamento económico de la Generalitat, no obstante, mantiene congelada una partida que supondría un desembolso mínimo de 1,4 millones de euros.

Más de medio centenar de colegios e institutos de las tres provincias están, cinco meses después, en la misma situación. "Sin el personal especializado necesario para apoyar a las maestras y profesores que tienen niños con problemas psicomotrices, discapacidades físicas y mentales -algunas de ellas muy severas- como el autismo", confirma Pilar Paniagua, de la ejecutiva de Enseñanza de CC OO, que ayer mismo comprobó la situación centro a centro. Desde el CP Juan XXII del Grao de Gandia al Vicente Mortes de Paterna; del Evaristo Calatayud de Sueca al colegio de Educación Especial La Panderola de Castellón, donde no se ha cubierto la sustitución desde el inicio de curso, pese a que se da la paradoja de que la anterior directora es ahora la subdirectora territorial de Educación en la provincia. Y casos extremos como el CP Óscar Esplà de Alicante que "tiene un educador para 10 autistas" o el CP Joaquín María López de Alicante "con 19 niños con problemas motores de 3 a 16 años, que no controlan los esfínteres, y lo tiene pedido desde 2006".

En Cheste, uno de los centros de educación especial más reconocidos, levantado sobre un descampado cerca del Circuito de Fórmula 1 y con 300 niños con deficiencias severas, siguen sin cubrir las siete plazas de educadores de nueva creación autorizadas el año pasado. Y es que "el modelo de integración de los niños con deficiencias en colegios normales tiene un coste", explica Paniagua. Y no se han puesto los medios.

Protesta de centenares de padres y madres de Elda y Elche ante el Palau de la Generalitat, el 9 d'Octubre pasado.
Protesta de centenares de padres y madres de Elda y Elche ante el Palau de la Generalitat, el 9 d'Octubre pasado.CARLES FRANCESC
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Mucha competencia autonómica y pocas leyes

"M. (nombre ficticio) es una joven madre desolada", explica Pilar Paniagua. Con dos hijos -uno pequeño, diagnosticado con autismo; y otro de 14 años, que padece el Síndrome de Asperger- no puede más. "Esta mamá vive con el miedo de que su hijo mayor, que es una lumbrera académicamente pero está en plena adolescencia, cometa una imprudencia o provoque una situación tensa en el momento menos pensado". Así es esta enfermedad, una de las peores en el catálogo nacional de "enfermedades raras". M. matriculó a su hijo mayor en el instituto público de Alfafar porque ella y el director tenían el compromiso de que tendrían un educador a tiempo completo. Cinco meses después, sigue sin llegar.

El caso valenciano es prácticamente único entre las autonomías. Con competencias educativas transferidas desde 1984, no ha legislado sobre Educación Especial. "La falta de una revisión y modernización de la legislación de la Educación Especial" fue, precisamente, la gran reivindicación de cientos de padres de Elche y Elda que, entre septiembre y noviembre, provocaron una de las protestas más sonadas de la Comunidad Valenciana para exigir educadores. Las presiones provocaron que se cubrieran 15 plazas.

Esta semana, 1.000 especialistas (educadores especiales, fisioterapeutas y educadores de infantil) -podrían llegar incluso a 1.500- han firmado una carta de protesta que CC OO llevará el viernes a la Consejería de Educación para denunciar la esquizofrenia jurídica que sufren.

Un Estatuto de Autonomía y una reforma a fondo en 2006 no han servido para modificar la orden de la Generalitat que regula este personal desde 1998 y su conversión en una ley moderna. De manera que se les sigue considerando funcionarios de la Consejería de Administración Pública -que ejercen en centros docentes, no en prisiones, ni residencias sanitarias-, pero les autoriza la Consejería de Hacienda, "lo que complica sobremanera la casuística de horarios, sustituciones y prestaciones", denuncia Paniagua.

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