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Ocho millones para libros se pierden en cuatro años por el desinterés del Consell

Cerca de ocho millones de euros habrían dado para adquirir más de 600.000 libros que, sin embargo, no han llegado a las bibliotecas públicas valencianas porque la Consejería de Cultura no ha aportado su parte o lo ha hecho por debajo de las posibilidades en el plan nacional de bibliotecas que desarrolla el Ministerio de Cultura. El sector, a través de la Associació d'Editors del País Valencià (AEPV) lo ha venido denunciando reiteradamente, pero ayer fueron los diputados socialistas en el Congreso por Valencia, Ferran Bono, y por Alicante, Carlos González, quienes sacaron las cuentas.

De 2006 a 2009, el plan, que prevé una aportación anual de hasta 2,2 millones de euros por parte del Gobierno siempre que la Generalitat aporte la misma cantidad al convenio, ha invertido en la compra de libros para las bibliotecas valencianas la mitad de lo que podía haber destinado. Así, en un plan ideado para proveer de volúmenes los centros de lectura, se ha perdido la posibilidad de destinar 7,8 millones de euros. En 2006, se perdieron 71.287,95 euros; en 2007, los 4,4 millones posibles; en 2008, poco más de dos millones de euros, y en 2009, un total de 1.344942,18 euros.

El índice de lectura cayó este año 0,9 puntos para situarse en un 54,7%

El diputado Ferran Bono criticó que "la Generalitat presidida por el PP ha rebajado notablemente su aportación o simplemente ha pasado de todo, como se dice coloquialmente. Como en 2007, cuando no firmó el convenio. Le debería caer la cara de vergüenza". Tras recordar que los niveles de lectura de los valencianos, como revelan las encuestas, se sitúan "a la cola de España", Bono criticó "esta deplorable política del Consell".

De hecho, según los últimos barómetros de lectura, el índice de lectores cayó este año al 54,7%, es decir, 0,9 puntos menos que en 2007. Pese a ello, la consejera de Cultura, Trini Miró, se congratuló en abril de que el porcentaje caía menos que la media española, que con un 54,6% había perdido 2,3 puntos.

En este clima de pocas inversiones al fomento de la lectura, la consejería no ha sabido aprovechar, al contrario que otras muchas autonomías, la oportunidad que le brindó el ministerio, dispuesto a apoyar la compra de libros por 2,2 millones de euros cada año siempre que el Consell pusiera de su bolsillo otros 2,2 millones.

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Pero el sector del libro, que va de susto en susto, no es el fuerte de Cultura. Este año la sorpresa saltó en mayo cuando se publicaron las cifras dedicadas a apoyar el sector, que reducían a la mitad lo consignado en los presupuestos de 2009, al pasar de 911.000 euros a 463.000, con reducciones más drásticas en la producción del libro en castellano (-55%) y en Valenciano (-70%). En cuanto a las compras para bibliotecas públicas, hasta julio no se conoció que la consejería reducía las partidas de 150.000 euros a 71.000. Ya en agosto se subsanaron los recortes.

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