La mitad de la nueva oferta universitaria es para grados
Ya están aquí. Los títulos de grado desembarcan en las universidades públicas valencianas el curso que viene. Y la Universitat de València, donde más fuerte fue la protesta contra la reforma del sistema iniciada con la declaración de Bolonia, es la que más pisa el acelerador. Casi la mitad (3.922, el 46%) de las plazas de nuevo ingreso serán para títulos de grado, explicó ayer María Vicente Mestre, vicerrectora de Estudios.
El resto, hasta las 8.505, seguirán siendo plazas para empezar licenciaturas, diplomaturas o ingenierías. Un año más tarde, en el curso 2010-2011, todas las carreras tendrán que haber sido transformadas en grado, aunque a quienes hayan comenzado a estudiar con el modelo anterior podrán terminar con él, con los matices habituales cuando se produce un cambio en el plan de estudios. Los grados se introducirán curso a curso. Es decir, el año que viene empezará sólo en primero. El siguiente habrá primero y segundo. Y así sucesivamente. Si al repetir curso (o al volver a matricularse en una asignatura) un alumno se ve alcanzado por el modelo Bolonia, contará con cuatro convocatorias (exámenes) por materia para aprobar, pero no recibirá docencia a la antigua usanza.
La Universitat ha logrado que la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) dé el visto bueno a las 21 carreras que había solicitado. Pero solo podrá en marcha 20. Filosofía (que fue el motor de la revuelta contra el Espacio Europeo de Educación Superior) ha solicitado excluirse porque llegaba muy apretada de tiempo, explicaron fuentes de la universidad.
Esperando a las grandes
La Universitat de València calcula que cuando todas las titulaciones estén adaptadas a Europa su oferta global será de 45 carreras. Ahora supera las 60, pero un buen número son solo de segundo ciclo, un concepto que desaparece con la llegada de los grados de cuatro años. Las 21 nuevas titulaciones representan casi la mitad de los alumnos de nuevo ingreso, a pesar de que entre ellas no están varias de las más grandes. No están Economía, Empresariales, ni Derecho (donde ha surgido un tardío movimiento anti-Bolonia entre los profesores).
Su ausencia queda compensada por titulaciones populosas como Magisterio (que a partir de septiembre solo tendrá dos especialidades) y Psicología.
