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La nieve deja sin clase a 23.000 niños y atrapa a viajeros en los trenes

Después de un otoño extraordinariamente templado que agota sus últimos días, el anunciado temporal de frío y nieve que comenzó a dejarse sentir el domingo ha sacudido de lleno al territorio valenciano. Ninguna comarca se ha salvado del desplome de las temperaturas ni de las precipitaciones.

Las previsiones apuntaban que nevaría por encima de los 500 u 800 metros, como ha sucedido -a veces copiosamente- en Els Ports, el Alto Palancia, El Comtat, L'Alcoià o los picos más altos del Desert de les Palmes. Pero no era tan fácil de determinar los problemas que iban a producirse en el transporte por carretera -con dificultades en hasta 70 vías- ferroviario -con cortes en la conexión Valencia-Madrid- o marítimo -con la comunicación interrumpida con Baleares-. Numerosos viajeros quedaron atrapados en trenes, coches y autobuses al ser cerradas al tráfico algunas vías.

Tampoco era sencillo conocer la intensidad y el lugar donde se concentrarían las precipitaciones. Y, en este apartado, las localidades peor paradas fueron las de La Safor y La Ribera. En 24 horas se recogieron 135 litros por metro cuadrado en Pinet, 121 en Villalonga, 120 en Altea o 107 en Confrides, aunque el máximo registro de agua acumulada, según los datos de la Agencia Española de Meteorología (Aemet), fueron los 208 litros de Alcalalí. En las capitales cayeron cantidades muy inferiores: 28 litros en Valencia, 5 en Castellón y 20 en Alicante.

Tanto la lluvia como la nieve fueron los responsables de que casi 23.000 alumnos se quedaran sin clase. La amplia mayoría de ellos (22.100) fueron escolares de comarcas alicantinas que acuden a centros de Alcoi, Alfafara, Banyeres, Benilloba, Dénia, La Canyada, Muro, Planes o Xàbia. En menor medida se vieron afectados alumnos de localidades de Castellón -unos 500- y de la provincia de Valencia -alrededor de 200-, según la Consejería de Educación.

Las nevadas supusieron importantes problemas en vías de comunicación como la autovía A-3 entre Valencia y Madrid, que estuvo cerrada para el tráfico de camiones en el tramo entre Villagordo del Cabriel y Valencia. También se cerró la N-340 entre Alcoi y Albaida o la CV-70 entre Alcoi y Benidorm.

De cara a la noche de ayer, Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana decidió abrir en Valencia las estaciones de metro de Turia y Colón para que las personas sin techo que habitualmente duermen en las calles de la ciudad pudieran cobijarse de las bajas temperaturas.

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Las previsiones de la Aemet indican para hoy una mejoría del tiempo y un ligero ascenso de las temperaturas máximas, que ayer no pasaron de 7 grados en Valencia, 2 en Utiel o 6 en Xàtiva. Las nubes de la mañana, especialmente intensas en La Safor y La Ribera, irán dando paso a cielos más abiertos y a viento flojo del oeste.Las principales víctimas del temporal fueron los usuarios del tren entre Madrid y Valencia, que sufrieron retrasos de hasta más de nueve horas. Fue el caso de Luis Pereira, de 72 años, que partió a las 14.00 de Madrid en un Alaris con destino a Valencia. Siete horas después, el convoy estaba detenido en la estación de Villarrobledo. "Estamos parados y hay mucha nieve; el revisor nos ha comentado que sólo hay una vía operativa y mucho tráfico, por lo que están dando paso con cuentagotas a los trenes", indicó por teléfono. "Muchos de nosotros estamos ya que nos subimos por las paredes", apuntó, "el servicio de cafetería acaba de repartir los últimos bocadillos". "Nos han comunicado que en media hora el tren reemprenderá la marcha", apuntó. Renfe informó de que una docena de trenes se vieron afectados por la fuerte nevada que cayó entre Alcázar de San Juan y Albacete.

No obstante, muchos de los viajeros atrapados protestaron por la falta de información y porque en algunos trenes no había calefacción.

Tampoco estaban muy contentos muchos vecinos de Alcoi procedentes de Alicante por carretera. "Nos hemos quedado en la A-7 a la altura de Ibi sin saber si volverán a abrir el Barranco de la Batalla", explicaba ayer uno de ellos. En esta localidad, el puerto de Tudons estuvo también intransitable y en Alcoleja la nieve alcanzó un espesor de 15 centímetros. También hubo atascos en la carretera que une Beniarrés y Planes, donde diversos vehículos quedaron atrapados, hasta que los Bomberos de La Montaña acudieron a limpiar de nieve la calzada.

En La Marina, el problema fue la lluvia. Hubo repetidos cortes eléctricos en distintas urbanizaciones y las inundaciones obligaron a cerrar al tráfico una carretera comarcal y otras cuatro locales en Dénia, lo que dificultó la circulación en las urbanizaciones del norte de la ciudad.

El pésimo estado del mar, con olas que alcanzaron cinco metros de altura, llevó al Ayuntamiento de Els Poblets a disponer el desalojo de varias viviendas de la primera línea de la playa cuyos inquilinos tuvieron que pasar la noche en casas de familiares.

También se produjeron inundaciones en urbanizaciones situadas en las costas de Dénia y Xàbia y en un cámping de esta última población. Además, las poblaciones de las cuencas del Girona y el Gorgos permanecían en alerta en previsión de posibles desbordamientos.

Información elaborada por Jaime Prats, María Fabra, Arturo Ruiz y Lucía Gadea.

Aspecto que presentaba ayer la vía férrea Sagunto-Teruel a su paso por el puerto de El Ragudo.
Aspecto que presentaba ayer la vía férrea Sagunto-Teruel a su paso por el puerto de El Ragudo.ÀNGEL SÁNCHEZ

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