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La oposición exige solución al caos de las basuras

Alicante rechaza ser el vertedero de residuos de Castellón

La política de residuos del Consell recibió ayer duras críticas. Al día siguiente de hacerse público que la Generalitat enviará a la planta alicantina de Xixona la basura procedente de 49 pueblos de Castellón a partir del 1 de enero de 2011, Esquerra Unida y el PSPV-PSOE de Alicante cargaron contra la decisión y exigieron cambios en la política de tratamiento de residuos que practica el Consell. El Plan Integral de Residuos (PIR) elaborado en 1997, ahora en revisión, preveía 30 instalaciones, entre plantas y vertederos, para el tratamiento de basuras, pero solo la mitad de las instalaciones está en funcionamiento.

Los socialistas de Alicante propusieron al Consell que reduzca su gasto en "megaproyectos ruinosos" en Castellón y Valencia "y destine este dinero a acelerar la construcción de las plantas que requieren estas provincias". Esquerra Unida, mientras, lamentó que la Consejería de Medio Ambiente no promueva políticas para reducir la producción de residuos ni se haya avanzado en la recogida selectiva en origen de materia orgánica y se limite a convertir la provincia de Alicante "en el vertedero del País Valenciano", en palabras del diputado autonómico Lluís Torró.

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Las críticas socialistas también ayer se dirigieron nuevamente hacia el presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, quien preside el Consorcio XIV, al que corresponde la planta de tratamiento de basuras de Xixona. Ripoll evitó el jueves oponerse a la decisión del Consell de enviar basura del norte de la Comunidad Valenciana a Xixona. La secretaria general del PSPV alicantino, Ana Barceló, lamentó que Ripoll se "esconda mientras la caravana con miles de toneladas de basura avanza imparable" hacia la provincia de Alicante. En opinión de Barceló, la actitud de Ripoll muestra "una clara debilidad". Los socialistas exigieron que plante cara a la Generalitat y defienda a la provincia.

"Es humillante que la provincia de Alicante sea noticia muchas veces por la basura que la Generalitat nos envía, y no porque nos lleguen buenos proyectos de futuro", agregó Barceló, quien volvió a acusar al presidente Camps de "alicantinofobia".

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