Una parte de la dirección del PSPV pide a Pla renovación en las Cortes y las diputaciones

Los socialistas valencianos son presa de un dilema que el americano Jared Diamond describe en su libro Colapso, donde advierte que un mal diagnóstico de los problemas puede mandar al garete a una sociedad o a un pequeño grupo humano.

En esa tesis está una parte de la dirección de los socialistas valencianos, críticos con

los últimos pasos dados por su secretario general, Ignasi Pla, tras las elecciones autonómicas y municipales del 27-M. Le piden un cambio de rumbo y renovación en los nombramientos de las direcciones en las Cortes Valencianas y las diputaciones provinciales. El consejo de la dirección federal es que ponga a los mejores al frente de estas responsabilidades, pero los más críticos con el secretario general temen que se imponga el criterio orgánico. "Antes de las generales, los ciudadanos tienen que ver alguna señal de que hemos tomado nota del resultado electoral", apunta un dirigente de Blanquerías, que no oculta su envidia por cómo se ha precipitado la renovación en el PSOE de Madrid. En este sentido, el anuncio de ETA de liquidar el alto el fuego puede enfríar la escasa contestación interna a Pla. El Comité Federal del PSOE, previsto para este sábado, se convocó para analizar los resultados electorales, pero es de esperar que la ruptura de la tregua condicione el tono de las intervenciones.

Pla apuesta por el delegado del Gobierno, Antoni Bernabé, para sustituirle

Los que han tomado nota de la derrota y exigen cambios en el partido y en las instituciones -varias de las intervenciones en el comité nacional del sábado fueron en esa dirección- aseguran que los teléfonos ya echan humo porque la organización está en clave congresual desde el pasado sábado. "Después del comité nacional se abrió el congreso, soterrado, pero congreso al fin y al cabo", apunta un secretario comarcal.

Y en este contexto, el secretario general del PSPV habría tomado ya cartas en el asunto, según fuentes socialistas, que apuestan por que el delegado del Gobierno, Antoni Bernabé, sería el candidato de Pla para sucederle al frente del partido en el congreso de 2008.

En Alicante, los socialistas han iniciado la batalla por el control de la oposición en la Diputación. Los malos resultados electorales han debilitado a los barones tradicionales del socialismo. La pugna principal se centra en la propuesta para cubrir los cuatro puestos de diputado provincial que el PSPV tendrá en la comarca de L'Alacantí. El secretario local, Roque Moreno, impuso su criterio para la confección de la lista autonómica y colocó a cinco militantes de la capital, contra el criterio de la comarca. El mal resultado electoral de Alicante, donde las expectativas pasaban por ganar y no se gobierna, debilita al secretario local del PSPV que podría quedar excluido, ya que Xixona, Tibi y Sant Joan -donde los socialistas formarán gobierno-, exigen un diputado por cada población.

El próximo asalto en esta batalla será para conseguir ser portavoz de la oposición, que las comarcas, y en especial el Vinalopó y la Vega Baja, podrían pactar entre ellas para plantear un candidato de consenso.