_
_
_
_
_

La penúltima de Fabra

El presidente del PP de Castellón divide la comarca de Els Ports, que no controla, en dos mancomunidades

María Fabra

Pocas son las comarcas de Castellón que el presidente provincial del PP, Carlos Fabra, no cree tener atadas y bien atadas. Pero, sin duda, una de las que escapa a su control es la comarca de Els Ports, poblada de pequeñas localidades y en la que el PSPV gobierna en los dos municipios de mayor tamaño, Morella y Vilafranca.

Como la unión hace la fuerza, las poblaciones, desde 1994, han estado agrupadas en una mancomunidad desde la que han defendido los problemas comunes y se han prestado y explotado servicios, sobre todo, sociales. Pero Fabra no la controla. Y ¿qué ha hecho para atraerla hacia su órbita? Trocearla y, por tanto, dividir a la comarca.

Para que no quedara ninguna duda de que se trata de una cuestión política y que él está detrás de la maniobra, acompañó ayer a los ocho alcaldes del PP a presentar su baja a la sede de la mancomunidad de la comarca de Els Ports. Así, Todolella, Portell, La Mata, Ares, Castellfort, Palanques, Sorita y Herbés ya no forman parte de esta entidad que, tras el abandono, queda formada por los Ayuntamientos socialistas de Villores, Forcall, Olocau del Rey, Cinctorres, Vilafranca, Vallibona, Morella, Castell de Cabres y La Pobla de Benifassà, gobernada por un independiente.

Mientras la crisis aconseja reducir la burocracia, su maniobra la duplica

Con su visita, Fabra pudo controlar que ninguno de sus alcaldes se saliera del redil y eludiera presentar la baja de la mancomunidad, ya que algunos municipios habían mostrado algunas reticencias ante esta decisión. Finalmente, todos a una, dejaron la mancomunidad.

El objetivo no es dejar que cada pueblo funcione y se defienda por separado, sino crear otro ente. Así, mientras todas las Administraciones propugnan modelos de reducción de gastos y de burocracia, Fabra los duplica. Y, obviamente, también habrá que dotar a la nueva entidad, que actualmente recibe ayudas de la propia Diputación de Castellón, así como de varias consejerías, para que luego esta reparta entre los pueblos. Fabra se irá de la Diputación pero su intención de mantenerse en el partido lleva implícita su decisión de extender su aparato y tratar de controlar hasta el último punto de la provincia.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

En el documento en el que cada uno de los ocho municipios del PP solicitan la baja no aparece ningún argumento que justifique su decisión. Sin embargo, horas después, los alcaldes de Todolella, Ares y Portell sí remitieron comunicados explicando su postura.

El alcalde de Todolella, Alfredo Querol, criticó el "reparto de los fondos y proyectos que ha llevado a cabo el PSOE", que preside la mancomunidad, y señaló que en la nueva Mancomunitat de Pobles Menuts cada pueblo tendrá un voto, sin tener en cuenta criterios poblacionales. Para el alcalde de Ares, Francesc Fuentes, el objetivo es el de "tener una representación más equitativa". "Defender nuestros intereses y no estar sometidos a decisiones partidistas", añadió, mientras que para el de Portell, Álvaro Ferrer, el origen de la decisión es otro: "Nos sentimos discriminados". Aunque la idea es la misma, las palabras en todos ellos se repiten sobre otra cuestión: "Invitamos a los pueblos gobernados por el PSOE a que se integren también en esta nueva mancomunidad", coinciden los tres.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_