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El penúltimo 'Calatrava' de Valencia

Hoy se inaugura con más de tres años de retraso el puente de L'Assut de l'Or

Sara Velert

El puente de L'Assut de l'Or sobre el viejo cauce del Turia en Valencia se abrirá hoy al tráfico de vehículos con una solemne inauguración. En las hemerotecas existe desde principios de los años noventa en crónicas que reflejan la azarosa historia de un proyecto cuya finalización se anunció para agosto de 2004, entre otras fechas. Nació como un puente normal en el desarrollo del barrio de la avenida de Francia, para convertirse después en el tercer viaducto singular en la ciudad del arquitecto valenciano Santiago Calatrava al incluirse en el plan de la Ciutat de les Arts i de les Ciències. Con el gran complejo del arquitecto ha compartido también polémicas como la del alto coste y los retrasos en su ejecución. Situado entre L'Oceanogràfic y el Ágora, que es el último edificio pendiente para completar esta obra de Calatrava -a excepción de los tres rascacielos que no han pasado aún de la maqueta-, el puente cumplirá a partir de hoy un papel destacado en la ordenación del tráfico de Valencia. Culminará la unión de la ronda sur con el bulevar de Serrería y unirá así dos zonas de la ciudad separadas por el cauce.

Decenas de miles de vehículos cruzarán en los dos sentidos el viaducto de 180 metros de longitud, con cuatro carriles a cada lado -uno de ellos para el transporte público. La zona central se reserva a los peatones. Los 29 cables de acero del puente atirantado confluyen en un mástil de 123,40 metros de altura.

El paso sobre el cauce se abrió provisionalmente el pasado agosto para el campeonato de Fórmula 1. Posteriormente, un fallo del montaje causó la rotura de unas piezas sin causar daños personales.Cerca de 40 camiones de gran tonelaje participaron el pasado agosto en la prueba de carga del puente, determinante para evaluar su seguridad. El resultado, positivo, permitió su apertura durante la Fórmula 1 con la infraestructura por terminar. Poco después, a mediados de septiembre, la obra sufrió la rotura de varias barras de anclaje de las fundas que cubren los cables de acero del arco atirantado, según admitió en noviembre pasado el consejero de Economía, Gerardo Camps, al diputado socialista José Camarasa. El parlamentario censuró la "precipitación" a la hora de abrir la pasarela en agosto "sin comprobar exhaustivamente todos los elementos", mientras que el estudio del arquitecto rechazó cualquier peligro para la solidez del puente.

El fallo aplazó un poco más la finalización de un puente que acumula un considerable retraso. La empresa de la Generalitat, CACSA, hizo suyo el proyecto para integrarlo en la Ciutat de les Arts y anunció en 2002 que en dos años el puente estaría listo. Para entonces ya habían transcurrido cuatro años desde que Calatrava rediseñara la obra, que incluía una torre mirador, para reducir costes. La adjudicación no se firmó hasta mayo de 2004 por 23,3 millones de euros que incluían obras de urbanización y de conexión con el bulevar de Serrería -el puente se estimó en 15,6 millones-. La fecha de entrega se fijó para el mes de septiembre de 2005.

Una parte de la factura la han asumido los propietarios del plan urbanístico de la avenida de Francia, que en su día aportaron cuatro millones de euros en concepto de carga urbanística. El resto lo paga CACSA, que no respondió ayer a la pregunta del coste final del nuevo puente tras varios reajustes, entre ellos la adaptación del puente al posible uso del tranvía en el futuro. La irrupción de otra obra de Calatrava, el Ágora, agitó hace dos años las críticas hacia la Generalitat por el retraso en la apertura de una arteria de tráfico esencial para la ciudad. Desde el despacho del arquitecto, sin embargo, se negó que el Ágora, aún en construcción, interfiriera en la ejecución del puente. Las asociaciones vecinales, y el propio Ayuntamiento, han apremiado a CACSA a terminar el puente. La demora en la apertura probablemente favoreció el lapsus de la alcaldesa, Rita Barberá, que propuso tras el verano bautizar el viaducto "puente de la Fórmula 1". Olvidó que el equipo de gobierno ya decidió en el año 2005 llamarlo Assut de l'Or.

El nuevo puente sobre el viejo cauce del Turia, ayer, entre el Museu de les Ciències (izquierda) y la obra del Ágora.
El nuevo puente sobre el viejo cauce del Turia, ayer, entre el Museu de les Ciències (izquierda) y la obra del Ágora.JESÚS CÍSCAR
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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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