Un plan basado en su entorno

La propuesta de Campus de Excelencia Internacional de la Universitat de València se basa en una mirada realista al mundo que hay fuera de las facultades: se basa en un análisis de las oportunidades del territorio "como una economía orientada hacia un sector terciario avanzado. Combina formación especializada y alta tecnología para atender las demandas crecientes de una población resultante de flujos residenciales, impulsados por el atractivo que genera la calidad de vida potencial del territorio y las necesidades derivadas de la maduración de su propia estructura demográfica". Un contexto, señala el proyecto, que sólo representará oportunidades "viables, a medio plazo, si se sustentan sobre una decidida política de sostenibilidad".

La forma de hacerlo pasa por reunir parcelas en las que la universidad ha acreditado fortalezas. Formación e investigación en ciencias básicas y ciencias de la salud, biotecnología, ciencias sociales, divulgación científica e incluso concienciación social. Desde la investigación farmacéutica al turismo, y de la educación social al medio ambiente.

Modelo social

Todo ello, orientado a ampliar las posibilidades de empleo en el área del sector servicios avanzado. "El proyecto refleja la contribución de la Universitat de València al desarrollo del modelo social europeo mediante el apoyo a la reorientación de nuestro modelo productivo y a la generación de ocupación de calidad, basado en el conocimiento, e integra de forma dinámica el compromiso con el territorio próximo y la proyección internacional", explicó ayer Antonio Ariño, vicerrector de Calidad y Convergencia Europea, y autor de la propuesta seleccionada junto al vicerrector de Investigación, Esteban Morcillo.

El proyecto destaca infraestructuras que ya existen, como la del parque científico y los institutos de investigación que integran su parte académica, con otras pendientes que podrían recibir un impulso con el recorrido del campus de excelencia. Es el caso del Instituto de Física Médica y el Museo de Ciencia Natural. Así como la creación de unidades (la de igualdad, la de valorización) que actúen como auditores y potenciadores de cambios.

Los cambios que se pretenden con el campus de excelencia no son sólo docentes, investigadores y de transferencia tecnológica. Se trata también, dijo el rector, de crear un espacio más "saludable y sostenible". Un camino, recoge el informe, que ya se empezó a recorrer, por ejemplo, al cubrir con placas solares todos los tejados de la universidad.