_
_
_
_
_

La pobreza crónica llama a la Casa de la Caridad

La estancia en el albergue pasa de semanas a varios meses

2006 fue el año del incremento de atenciones a extranjeros. Tres años después, con la crisis, se disparó la visita de personas que necesitaban ayudas puntuales para salir adelante. En 2010, el escenario que describe la Casa de la Caridad de Valencia es otro: la cronificación de la situación de pobreza. "Estamos normalizando lo que debería ser excepcional dada la falta de soluciones y medidas apropiadas para resolver estos problemas", se lamentó Antonio Casanova, presidente de la Casa de la Caridad, que ayer presentó los datos de actividad de la institución correspondientes al año pasado.

En términos generales no ha aumentado el número de personas atendidas. Después del espectacular incremento entre 2008 y 2009 -creció en un 143% la dispensación de comidas- el año pasado ha disminuido ligeramente la cifra. Se repartieron 138.045, frente a las 143.938 de 2009. También ha habido un pequeño retroceso en lo que se refiere a las raciones totales entregadas (comidas, cenas, desayunos). Se ha pasado de 349.356 (2009) a 335.759 (2010).

Aumentan los usuarios nacionales, aunque apenas representan el 24%

En todo caso, se trata de cantidades muy similares que apuntan a una estabilización de la situación dentro de la gravedad de la crisis. La mayor diferencia respecto al año pasado está en el aspecto cualitativo, más que cuantitativo: la extensión de las atenciones en el tiempo. "Las ayudas puntuales a personas en una situación normalizada que necesitaban un apoyo al no poder hacer frente a la hipoteca u otro tipo de gastos se van alargando", indicaron fuentes de la Casa de la Caridad. "Las estancias se cronifican y mientras que la media era de 15 días a un mes de alojamiento en el albergue, ahora la gente se queda de tres a seis meses", añaden las mismas fuentes, que incluso destacan el caso de personas que llevan un año de residencia en el centro.

El presidente del centro destacó también la presencia de menores en el albergue, que ha aumentado un 6%, y el aumento de personas de nacionalidad española, que representan el 24% de los usuarios que pernoctan en las instalaciones. Los extranjeros no comunitarios han ido poco a poco disminuyendo, aunque continúan siendo el grueso de población atendida. Este aumento de nacionales está relacionado principalmente con la llegada de personas normalizadas demandando ayuda y con la creciente atención a familias y menores en todos los servicios. "Estamos ante un problema social creciente que, creemos, se agravará en los próximos meses debido al incremento del paro y a la desaparición de algunos subsidios. En estos momentos hay 82.100 hogares valencianos con todos sus miembros desempleados y las perspectivas no auguran un futuro de mejora", indicó Antonio Casanova.

El responsable de la entidad avanzó que están estudiando la creación de una residencia dirigido a atender a personas sin hogar en estado convaleciente o postoperatorio, que carecen de recursos y de redes sociales.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Memoria 2010

- Raciones totales. El año pasado la Casa de la Caridad distribuyó 335.759, algo menos de las 349.356 de 2009.

- Comidas. Se repartieron 138.035 menús, frente a los 143.938 de 2009. En 2008, la cifra fue muy inferior: 59.285.

- Récord. El mes de abril del año pasado fue especialmente difícil. Se alcanzó la cifra récord de 529 comidas en un solo día.

- Más socios. Durante el año pasado la cifra creció hasta los 2.793, un 14% más.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_