La policía apaga los generadores de la polémica falla de Russafa
La policía local de Valencia obligó en la noche del sábado a la comisión de la falla Sueca-Literato Azorín a apagar los dos generadores colocados en la calle para dar energía a las 750.000 bombillas de su iluminación, que pocas horas antes había logrado el primer premio de la Junta Central Fallera pese a las denuncias vecinales de abusos y molestias. La policía local de Valencia recibió llamadas de varios vecinos por el elevado ruido y se personó para comprobarlo. Una vez verificado el alto nivel de contaminación acústica, obligó a la comisión a apagarlos, abrió el correspondiente expediente administrativo y trasladó la incidencia a la Junta Central Fallera. El expediente administrativo, dado que se trata de una instalación que debería funcionar hasta el día 19, es de prever que sea visto por el Ayuntamiento en breve.
La actuación de la policía local nada tiene que ver con las diligencias de investigación abiertas por la fiscalía de Valencia por la posible comisión de un delito ambiental por mantener en la vía pública dos depósitos de combustible con alto riesgo para los vecinos. Esas diligencias, que el fiscal trasladó a la unidad del Seprona de la Guardia Civil, competente en esa materia y que sólo en caso de no poder acudir enviaría a la policía local, discurren en paralelo al expediente administrativo abierto por la policía local por exceso de ruido.
