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El principal acusado del 'caso Polop' será el concejal clave del Ayuntamiento

El voto de Cano decidirá en la situación de empate que vive el Consistorio

Polop celebrará un pleno ordinario el próximo 17 de septiembre, el primero al que podrá acudir como concejal no adscrito el ex alcalde Juan Cano. La vida política de este municipio de La Marina Baixa ha sufrido todo tipo de avatares y la legislatura concluirá con una paradoja, porque Cano estará entre los cinco concejales del PP y los cinco de la oposición, convertido en la llave de la gobernabilidad del Ayuntamiento.

El llamado caso Polop, que se deriva del asesinato en octubre de 2007 del ex alcalde de esta localidad, Alejandro Ponsoda, del PP, tiene dos frentes judiciales abiertos: el que investiga el crimen y otro que indagará en la gestión urbanística llevada a cabo por Juan Cano, el sucesor de Ponsoda. Y una variante política, que ha llevado a Polop a una situación insólita. Ha tenido tres alcaldes en el actual mandato, el que acabó en la cárcel acusado de asesinar a su predecesor sigue siendo concejal y quien fuera su mano derecha, Joaquín Montiel, que presidió y controló el partido a nivel local, no tiene ninguna delegación ni forma parte del gobierno. Otra concejal de confianza de Ponsoda, Pilar Villanueva, dimitió de su cargo tres semanas después de haber suavizado ante la juez de La Vila que instruye el caso la declaración realizada en su día a la Guardia Civil, en la que dejaba claro que Cano tenía acogotado a Ponsoda.

La realidad es que la actual alcaldesa de Polop, María Dolores Zaragoza, se maneja en minoría desde que tomó posesión del cargo el pasado 17 de diciembre.Ahora el PP tiene cinco concejales, tres Gent de Polop y dos el PSPV, así que quien decidirá es Juan Cano, que pasará a ser concejal no adscrito en aplicación de la nueva Ley de Régimen Local valenciana.

El pleno del próximo 17 de septiembre dará cuenta de su nueva situación, aunque está por ver si Cano acude y, si lo hace, qué actitud tomará. Ya detenido, Cano se resistió a dimitir de alcalde del municipio durante un tiempo, pero finalmente tuvo que dejar el cargo y se quedó el acta de concejal porque, si no, lo hubieran echado igualmente con una moción de censura impulsada por la oposición y avalada por el mismo PP, dado que la intención de Gent de Polop y de los socialistas era respetar el resultado de la cita electoral de 2007.

La dimisión de Villanueva y la falta de confianza mutua entre los regidores conservadores de Polop ha provocado que Zaragoza haya tenido que asumir hasta siete delegaciones del gobierno y le haya otorgado otras cinco a Javier Rodado, el sustituto de Villanueva, que es el principal y casi único apoyo interno con el que cuenta. Los otros dos regidores con competencias, Juan Iborra y José Valero (que sustituyó a Alejandro Ponsoda), gestionan las áreas de Hacienda, Patrimonio y Recursos Humanos el primero, y de Turismo, Deportes y Fiestas el segundo. Ambos formaban parte del núcleo duro del gobierno de Cano, junto con Montiel, y aunque en estos momentos apenas tienen relevancia en la gestión diaria, han mantenido fidelidad a las siglas por las que fueron elegidos.

La actual alcaldesa prometió transparencia nada más llegar al cargo. "Y en ese aspecto no tenemos ninguna queja porque podemos acceder a toda la información que queramos", recuerda José Berenguer, portavoz de Gent de Polop. "Hasta ahora tampoco se ha encendido ninguna alarma que haga pensar que no agotaremos la legislatura en la actual situación", asegura, "porque el único acuerdo importante que nos queda por tomar es la aprobación de los presupuestos de 2011 y aunque es casi seguro que no estaremos de acuerdo, siempre podrán prorrogarlos para llegar a las elecciones". Polop tiene en la actualidad 4,5 millones de euros de presupuesto, pero sólo en dos créditos bancarios acumula cuatro millones de euros de deuda, así que sus arcas están en una situación límite.

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"Lo que cambiará si Cano acude a los plenos es que el voto de calidad de la alcaldesa ya no valdrá", añade Gabriel Fernández, portavoz de los socialistas en la localidad alicantina. Fernández es, a estas alturas, muy crítico con la gestión de Zaragoza. "Lo único que ha hecho es seguir con la labor y los proyectos en marcha, sin aportar nada nuevo ni traer a los plenos asuntos de relevancia", apunta. Además, denuncia que la alcaldesa "se ha limitado a dar trabajo a algunos familiares y a gente afín, pero ha sido incapaz de frenar el desorbitado gasto municipal".

A las próximas elecciones municipales Zaragoza concurrirá encabezando la lista electoral del Partido Popular, dado que también fue elegida presidenta de su partido en la localidad. Es entonces cuando, al menos, se normalizará la vida política de un municipio que ha vivido una legislatura entera encadenando sobresaltos y con una clara afectación a la convivencia vecinal de un pueblo en el que residen 4.000 habitantes, de los cuales un tercio son de nacionalidad extranjera y apenas la mitad han nacido en este municipio alicantino.

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