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Elecciones municipales y autonómicas

Los ripollistas atacan al campismo por su exclusión de las autonómicas

Ripoll se jacta de su influencia en Génova al salvar su bastión de la Diputación

Apenas 24 horas después del visto bueno de dirección nacional del PP a las listas autonómicas de los populares valencianos y de la municipal para la alcaldía de Alicante (que reúnen en conjunto a 11 implicados por corrupción), el bando ripollista, liderado por José Joaquín Ripoll, líder provincial y presidente de la Diputación, salió ayer a la palestra con un acto de doble cara: exhibición de poder y cabreo.

Ripoll, arropado por un centenar de alcaldes y candidatos a alcaldías de la provincia, dejó ayer clara su influencia en la dirección nacional de los populares, extremo que le ha permitido integrar la lista municipal de Alicante como número dos y de paso salvar su bastión, la Corporación provincial. Y a renglón seguido arremetió con el campismo, también en dos frentes: contra la dirección regional, que encabeza Francisco Camps, por excluir a los suyos de las listas autonómicas; y contra la candidata a la alcaldía, Sonia Castedo, por intentar dinamitar el pacto de la candidatura municipal.

Ripoll afrontará su proceso judicial sin el parapeto del aforamiento

El dirigente del PP (imputado por cinco delitos en el caso Brugal) convocó al mediodía de ayer a un centenar de alcaldes y candidatos afines a una reunión extraordinaria de la ejecutiva del partido. En el encuentro, espontáneo y por iniciativa de los presentes, según fuentes de la ejecutiva provincial, no se escatimaron críticas a la ejecutiva de Camps por excluirlos de las listas. "Estamos indignados", manifestaba uno de los asistentes.

Luego, Ripoll y su corte acólitos se trasladó al puerto, a escasos 200 metros del Ayuntamiento, para hacerse una foto de familia, con la que exhibir su cohesión. En la foto estaban casi todos, salvo los primeros espadas del campismo en la provincia: Sonia Castedo, por Alicante; Manuel Pérez Fenoll, por Benidorm; Mercedes Alonso, por Elche; y Pedro Ángel Hernández, por Torrevieja.

Ripoll abandonó el recinto sin abrir la boca. Delegó en su número dos en el partido, la alcaldesa de Orihuela, Mónica Lorente. La regidora recalcó la "indignación" de la ejecutiva de Ripoll contra Camps por no aceptar ni uno de sus candidatos en la lista autonómica. "La dirección regional del PP no ha tenido en cuenta absolutamente para nada las propuestas del PP provincial", dijo. Acto seguido, la alcaldesa recordó la "legitimidad democrática" de la ejecutiva de Ripoll. "Ganamos un congreso provincial, y representamos al PP de toda la provincia de Alicante", resaltó.

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Lorente centró después el punto de su crítica en Sonia Castedo, alcaldesa de Alicante y candidata a la reelección. Castedo también está en el caso Brugal, aunque en calidad de acusada. Lorente echó en cara a Castedo las "dudas" que durante dos meses ha expresado en torno a la posibilidad de vetar a Ripoll como número dos. Ese supuesto boicoteo de Castedo, según Lorente, iba contra el pacto alcanzado por ambos sectores hace dos años y medio, cuando el exalcalde Luis Díaz Alperi cedió la alcaldía a Castedo. "Entonces se acordó de que Castedo sería la alcaldesa, y Ripoll de nuevo número dos para optar a la Diputación. Nosotros hemos cumplido, pero otros han dudado", señaló. Lorente enfatizó que "finalmente el pacto se ha cumplido merced a la mediación de la dirección nacional del PP".

Fuentes populares sostienen que la primera propuesta que Castedo planteó en la mañana del viernes a la dirección nacional del PP no incluía a Ripoll como número dos. La propuesta fue modificada horas después en Madrid e incluyó a Ripoll y al actual concejal de Hacienda, Juan Zaragoza, también inicialmente excluido, en el puesto 16.

El cierre de la lista autonómica por Alicante y la municipal para la capital -ambas encabezadas por Castedo- arroja un saldo agridulce para el ripollismo, que en la primera ha sido laminado, mientras en la segunda ha logrado parte de sus objetivos.

Este sector del PP valenciano (heredero del zaplanismo) conservará (si las urnas no dicen lo contrario) su feudo de la Diputación y el control de la mayoría de medianas y pequeñas alcaldías de la provincia. Fuentes populares descartan que el campismo vaya a plantar cara a Ripoll para la elección de presidente de la Diputación. Pero el ripollismo ha sido expulsado del Parlamento regional. Ninguno de sus miembros, empezando por el líder, será aforado. Ripoll se ve abocado a defenderse de su quíntuple imputación en Brugal sin la vía de escape de llevar el sumario al Tribunal Superior de Justicia.

Los silencios de Castedo

El líder de los populares valencianos, Francisco Camps, ha vuelto a doblegar el pulso del líder nacional del PP, Mariano Rajoy, y ha impuesto sus listas autonómicas. También ha infligido un duro revés al ripollismo. Pero en la batalla el sector campista ha cosechado una sonora derrota, y en uno de sus buques insignia, la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo.

La regidora ha sucumbido al poder de Ripoll en Génova y no ha prosperado su iniciativa de excluirlo de su lista o, al menos, moverlo del número dos. Tampoco ha culminado su acoso contra el edil de Hacienda, Juan Zaragoza.

Durante proceso previo a la aprobación de la lista municipal, Castedo mantuvo una calculada ambigüedad. Nunca dijo en primera persona que no quería a Ripoll en su lista y sí que su candidatura estaría integrada por "personas de confianza", pero sin dar nombres. Pero su entorno, daba por hecho la salida de Ripoll. Ese mismo entorno transmitía ayer la sensación de derrota en ese objetivo.

Sonia Castedo tampoco habló ayer de su lista. En una nota oficial, se limitó a decir "que la lista autonómica por Alicante [encabezada por ella] es la mejor".

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