El secretario de Ciencia funda una firma viable solo con ayuda pública

Emilio Barberá, secretario autonómico de Universidad y Ciencia es administrador y socio único de una empresa del sector de la biotecnología, Celartia Europe Sociedad Limitada, constituida el 18 de febrero de este año, según consta en el Registro Mercantil. La sociedad tiene el mismo objeto (finalidad) y domicilio social que Celartia Engineering Sociedad Anónima, una compañía de la que el mismo Barberá fue administrador solidario y que liquidó en una junta general celebrada el 28 de junio de 2007.

En julio de 2005, antes de entrar en el Gobierno valenciano, Barberá expuso en las jornadas Nuevos tiempos, nuevas oportunidades, celebradas en el Parque Tecnológico de Paterna, lo que, según su experiencia norteamericana, "una pequeña empresa de biotecnología" necesitaba para salir adelante. "¿Consigue financiación pública? ¿Consigue financiación privada?" Si la respuesta a las dos preguntas era negativa, decía Barberá, el resultado sería la "muerte segura". Si la respuesta era afirmativa en solo uno de los casos, la empresa acabaría en "cuidados intensivos". Si las dos respuestas eran afirmativas, la compañía sería "viable", afirmó.

Antes de desembarcar en el Gobierno valenciano de la mano del ex consejero Justo Nieto, Barberá tuvo relación con Celartia Engineering que se encuentra en Powell (Ohio, Estados Unidos), y de la que fue director ejecutivo. Ya como secretario autonómico (en sus dos etapas, a cargo de Empresa, con Nieto; y posteriormente de Universidad y Ciencia, a las órdenes del consejero Alejandro Font de Mora), Barberá ha compatibilizado el despacho oficial, y la capacidad para intervenir en la concesión de ayudas y subvenciones a proyectos públicos y privados de I+D, con cargos en las dos versiones españolas de Celartia. La última de ellas fue creada el año pasado en un "91%" por la empresa matriz norteamericana, según indica su web.

La compañía se dedica "a la producción y venta de instrumentos para el cultivo de células". Sus principales clientes son las empresas farmacéuticas.

Siendo secretario autonómico, Barberá ha realizado al menos una estancia prolongada en EE UU. Un portavoz de la Consejería de Educación afirmó ayer que ello responde a que, dado que posee la doble nacionalidad española y estadounidense, debía permanecer periódicamente allí para no perder sus derechos en aquel país.

El Ministerio de Educación y Ciencia concedió a la primera versión española de Celartia dos subvenciones por un importe total de 21.500 euros en el año 2007. Barberá rehusó ayer responder a las preguntas de este periódico. Fuentes de su entorno se limitaron a decir que Celartia no recibió dinero público.

Antes de llegar al Consell, Barberá tuvo problemas con la justicia. En 1999 el Tribunal Superior de Justicia vasco sentenció que había cobrado indebidamente 34.900 euros de la Universidad del País Vasco, de la que fue rector, y le ordenó devolverlos.