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Los sindicatos quieren consensuar horarios escolares en cada centro

UGT y CC OO recogen 7.100 firmas de profesores por la jornada continuada

Las federaciones de enseñanza de los sindicatos UGT-PV y CC OO-PV han recogido 7.100 firmas de profesores valencianos a favor de la jornada continuada en los centros escolares. Sin embargo, proponen que los horarios no sean impuestos por decreto, sino que sean consensuados en cada centro atendiendo a sus peculiaridades y a los intereses de los padres.

Así, los secretarios generales de las federaciones de enseñanza de UGT y CC OO, Guillermo Martí y Manuel Picó, respectivamente, propusieron ayer que cada junta escolar de cada colegio o instituto elabore un proyecto de horario escolar y lo apruebe con una mayoría de dos tercios. Y que después sean los padres de los alumnos los que ratifiquen con una mayoría necesaria del 70% el horario escogido. "Hay instrumentos de flexibilización amplísimos", aseguró Picó.

Según sus datos, el 92% de los profesores piensan que la flexibilización es positiva. "Nosotros no queremos en ningún momento imponer un modelo de jornada determinado, sino que este sea flexible y aceptado por la comunidad educativa de cada uno de los 1.200 centros de primaria", afirmó Martí. Además, en un comunicado conjunto, los sindicatos aseguraron que 14 de las 17 comunidades "ya han legislado la flexibilización de su jornada escolar con diferentes modelos y posibilidades". En su opinión, la Ley Orgánica de Enseñanza (LOE) permite modificar el horario. Textualmente: "Los centros, en el ejercicio de su autonomía, pueden adoptar experimentaciones, planes de trabajo, formas de organización o ampliación de horario escolar en los términos que establezcan las administraciones educativas". Por ello exigen que la legislación valenciana, de 1998, y a la que califican de "obsoleta", se adapte. Proponen que para evitar una "inseguridad jurídica", un decreto regule las fórmulas por las que cada institución puede elegir su jornada. Eso sí, sin que la libertad de escoger implique pérdida de servicios (transporte, comedor), reducción del horario escolar o de contenidos.

Por otra parte, UGT anunció ayer que recurrirá de nuevo al Tribunal Superior de Justicia su decisión de desestimar su recurso contra la oposición de la inspección educativa de 2007.

Miedo paterno a la jornada continua

Los sindicatos de enseñanza salieron ayer al paso de las encuestas publicadas que reflejan el miedo de los padres a que se imponga la jornada continua. Así, este fin de semana vio la luz una encuesta de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu), realizada entre 1.300 padres con hijos escolarizados en infantil, primaria y secundaria, que refleja que el 77,81% de los padres están en contra de la medida. La encuesta se publica en un momento en el que la Consejería de Educación estudia dar a conocer su decisión en torno a la implantación o no de una jornada intensiva. Ante estas noticias, los sindicatos recalcan que la jornada continua no es una imposición de los profesores. Creen que la flexibilidad es una posibilidad que ya manejan muchas autonomías, que han comprobado que la medida no supone una merma del rendimiento escolar. También creen que deben ser las comunidades escolares las que decidan y que hay que realizar "experimentaciones reversibles". Pero fueron contundentes en un tema: la jornada continua no tiene que suponer cierre de comedores o limitación del transporte escolar: se puede tener una mañana lectiva intensiva, comer en el comedor y luego optar a clases extracurriculares abriendo el abanico a la colaboración de los Ayuntamientos.

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