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Los sindicatos temen que el recorte estatal contamine el diálogo social

CC OO, UGT y Cierval asumen que es muy viable acordar la reforma laboral

Conrado Hernández, por UGT, y Paco Molina, por CC OO, cargaron ayer sin contemplaciones contra el Gobierno central y animaron a participar hoy en las concentraciones contra el recorte salarial para los funcionarios públicos que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero anunció la semana pasada. Ambos dirigentes sindicales aprovecharon la renovación del acuerdo sobre arbitraje laboral en la sede de Cierval, la patronal autonómica, para lamentar la posición del Gobierno y alertar sobre la posibilidad de que la severa postura de Zapatero "contamine" la mesa del diálogo social.

"Esperamos que la CEOE [la patronal estatal] no aproveche las propuestas antisociales formuladas por el Gobierno de España como un anticipo del diálogo social", denunció Hernández. "El diálogo social es una apuesta por la estabilidad, los gobiernos que han impuesto sus decisiones, como el de Felipe González o el de José María Aznar, han tenido que deshacerlas luego para pactar", añadió.

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"Tenemos cinco millones de parados y estamos dispuestos a pactar reformas estructurales y a negociar un acuerdo trilateral con el Gobierno y la patronal", argumentó Molina antes de expresar sus temores: "Esperamos que las propuestas del Gobierno no contaminen el diálogo social. Si todos tenemos que empobrecernos, que sea de acuerdo a lo que ganamos".

La descarga sindical contra el Gobierno central permitió a Rafael Ferrando, presidente de Cierval, ofrecer su vertiente más conciliadora al limitarse a hacer votos por un pronto acuerdo en la mesa de diálogo en materia de mercado laboral.

Tanto Hernández como Molina sugirieron que todos los partícipes en la mesa del diálogo social -que está a punto de cerrar un acuerdo de ámbito estatal o fracasar por segunda vez en menos de un año- conocen las exigencias de unos y de otros, saben dónde están las "líneas rojas" que nadie debe traspasar y están dispuestos a asumir cierta flexibilidad. Pero ambos se apresuraron a explicar que un acuerdo sobre la reforma laboral no tendrá ninguna repercusión inmediata sobre el empleo, porque la creación de empleo está más relacionada con la reestructuración del sistema financiero y el acceso de los industriales al crédito.

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Mediación bajo amenaza de huelga

Los representantes sindicales y patronales congregados ayer en la sede de Cierval escenificaron su capacidad de negociación con la firma de la quinta prórroga de un acuerdo encaminado a propiciar la solución de los conflictos sin recurrir a la vía judicial. El Tribunal de Arbitraje Laboral (TAL) es una instancia constituida en 1997 por sindicatos y patronal como foro para intentar resolver los desacuerdos entre empresarios y empleados sin necesidad de acudir a los jueces. Como novedad, el TAL ofrecerá sus servicios de mediación si empresa y empleados los desean, incluso en los supuestos en que haya una huelga convocada. "La modificación está avalada por la eficacia y el porcentaje de acuerdos, superior cuando se permite la mediación, hasta el mismo momento de inicio de la huelga", según una nota de Cierval.

El TAL ofrece servicios de conciliación y mediación cuando las negociaciones entre patronos y trabajadores parecen encallar. Y servicios de arbitraje a demanda de una de las partes si es imposible resolver los conflictos.

El nuevo acuerdo incorpora todos los principios y normas laborales que han guiado la actuación del TAL desde su constitución y prevé recoger en su reglamento de funcionamiento todos los aspectos formales y de procedimiento que han regido su actuación hasta la fecha.

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